Los altos mandos militares habrían sido los que frenaron los ánimos belicistas de Barack Obama y de la Casa Blanca para lanzar una amplia operación militar contra el régimen sirio de Basher Assad, en respuesta por el ataque con armas químicas del 21 de agosto en Guta, al sur de Damasco, bajo control rebelde. Así lo asegura el destacado periodista estadounidense Seymour Hersh en su último trabajo publicado en London Review of Books, que sigue la línea de otro artículo aparecido en esa misma publicación en diciembre.
Según Hersh, que en el pasado dio a conocer las atrocidades cometidas por soldados estadounidenses en Vietnam y las torturas de la cárcel de Abu Ghraib en Irak en manos de los norteamericanos, días antes de la fecha fijada para el inicio del ataque masivo con misiles crucero, la llamada "Hora H", el 2 de septiembre de 2013, los jefes del Estado Mayor se presentaron ante el Presidente de Estados Unidos y le explicaron que, de lanzar ese ataque, se trataría de un "acto injustificado de agresión", ya que todas las evidencias apuntaban a que el ataque químico había sido obra de los rebeldes.
Los británicos habían sido los primeros en bajarse del ataque contra Siria, cuando el Parlamento rechazó la moción presentada por David Cameron. Los medios aseguraron que el primer ministro había sido derrotado en el Legislativo, pero es muy probable que haya recibido con alivio esa votación adversa.
Pese a las declaraciones de los días anteriores, el 31 de agosto, Obama apareció ante las cámaras y dijo que estaba decidido a atacar el poderío militar de Assad, pero que buscaría el apoyo del Congreso, pese a no necesitarlo. Fue la primera muestra de que la "Hora H" se estaba desinflando. Todo quedó cancelado el 10 de septiembre cuando, momentos antes de que el Congreso votara el apoyo a la operación militar, suspendió esa sesión, aparentemente porque el gobierno sirio, a sugerencia de Moscú, había decidido entregar su arsenal químico bajo control de organismos internacionales.
Fue en 2012 cuando Obama fijó como la "línea roja" el uso de armas químicas para intervenir militarmente en Siria. Con el ataque de Guta parecía que Assad había traspasado esa frontera impuesta por el gobernante norteamericano. Pero Obama cambió de parecer cuando, según la versión de Hersh, los militares le mostraron los informes del laboratorio británico Porton Down.
De acuerdo con Hersh, la inteligencia británica había obtenido una muestra del gas sarín -que ataca los músculos, por lo que generalmente provoca la muerte por asfixia- utilizado en el ataque del 21 de agosto y los análisis demostraron que no coincidía con las cepas del arsenal químico del régimen sirio. Así, según esta versión, las sospechas apuntaron al grupo islamista Frente al Nusra, vinculado a Al Qaeda, y a uno de sus principales apoyos: el gobierno turco de Recep Tayyip Erdogan.
De acuerdo con la investigación de Hersh, durante los meses previos había preocupación de los altos mandos militares y la comunidad de inteligencia sobre el papel de los vecinos de Siria en la guerra, especialmente de Turquía. Y el incidente que más preocupaba era uno producido en mayo pasado. Más de 10 miembros del Frente al Nusra, fueron detenidos al sur de Turquía cuando transportaban dos kilos de sarín. Pero cinco de ellos fueron liberados poco después y los otros, incluido su cabecilla, fueron puestos en libertad a la espera del juicio.
El embajador turco en Moscú llegó a afirmar que los detenidos no llevaban sarín, sino simplemente anticongelante.
El periodista apunta a que el gobierno turco, considerando la "línea roja" marcada por Obama, empujó para que se produjera el ataque químico y así forzar la intervención armada de Estados Unidos contra el régimen de Assad y su capacidad militar.
DESMENTIDO
El gobierno turco descalificó por completo las afirmaciones de Seymour Hersh. "Es totalmente mentira y calumnia", dijo el viceprimer ministro de ese país Bulent Arinc la semana pasada. Antes, la Casa Blanca también había reaccionado.
"Hemos visto el más reciente reportaje del señor Hersh, que se basa únicamente en la información de fuentes anónimas y que llega a conclusiones sobre el ataque de armas químicas del 21 de agosto de 2013 en Siria que están completamente fuera de la base", dijo la portavoz del Consejo de Seguridad Nacional Caitlin Hayden.