A 60 kilómetros del centro de Vancouver, en la orilla de un pequeño camino, una construcción confundiría hasta el ojo más experto. El cartel que tiene al frente indica que es un motel; la recepción es completamente funcional, e incluso dos de las 10 habitaciones están equipadas con todo lo que un viajante podría necesitar.
Pero lo que allí se alza es realmente un set de filmación, una réplica exacta y en tamaño real del motel que hace 54 años Alfred Hitchcock presentó en la película Psicosis (1960) y, a unos metros de distancia, la icónica casa de la familia Bates.
Ahí -y en un set instalado en la ciudad canadiense- hace dos años que se filma Bates motel, la precuela televisiva -aunque ambientada en la actualidad- de la película protagonizada por Anthony Perkins sobre un particular psicópata. La serie, que inicia su segundo ciclo el jueves 24 por Universal Channel, muestra a un Norman Bates adolescente y tímido, la relación que tiene con su posesiva madre, Norma, y con el pueblo en que viven.
La primera temporada terminó con el chico asesinando a su profesora -aunque después no recuerda nada de lo que ocurrió, algo que ya había pasado antes- y su madre comprometida a ayudarlo en cualquier circunstancia.
"Esta serie es particular, porque todos saben cómo termina la historia, entonces no es de esos shows en que uno se sorprende constantemente por los acontecimientos. Es más un temor o una esperanza de que Norman no vaya por el camino que todos sabemos que va a tomar. Es como intentar negar lo obvio", comenta entusiasmado Freddie Highmore (22), el actor que interpreta al joven asesino y que antes se hizo conocido por roles en películas como August Rush y Charlie y la fábrica de chocolates.
Sentado en una improvisada sala de conferencias, y todavía vestido como su personaje, el actor habla del ciclo que está por empezar. "En la segunda temporada, Norman se va dando cuenta de quién es y quién podría llegar a ser", adelanta, y luego detalla: "El asesinato de la señorita Watson es algo que se retoma inmediatamente, y aunque él no recuerda exactamente qué hizo esa noche, para cualquier persona racional es muy extraño haber estado en la casa de esa persona la noche en que murió y no recordar. Entonces empieza a atar cabos y a pensar, 'tal vez tuve algo que ver'".
La madre y el pueblo
Además de profundizar en la extraña personalidad de Norman, en su segunda temporada la serie retomará la lucha de su madre por mantener su negocio a flote y mostrará más de los oscuros negocios que mueven el ficticio pueblo de White Pine Bay.
Vera Farmiga (Amor sin escalas), la actriz detrás de Norma, adelanta que la temporada parte con la familia en un buen momento, aunque recordando que "los locos suelen gravitar hacia ella", por lo que se puede esperar que la intensidad se retome rápidamente, algo que, según admite, tiene un efecto en su propia vida. "Estoy agradecida de que sólo sean 10 episodios por temporada; no creo que podría resistir más, porque el trabajo es muy exigente tanto en lo técnico como en lo físico y lo emocional", comenta la actriz que fue nominada a un premio Emmy por esta actuación.
Farmiga, además, es una ferviente defensora de su personaje, sus extremas decisiones -que también la han llevado a convertirse en una asesina- y la intensa relación con su hijo. "Lo que yo elijo como actriz es ver el personaje con la luz positiva de su perseverancia. Lo fundamental es que ella quiere una vida mejor. Es una madre que no siempre hace lo correcto, pero que toma las decisiones con buenas intenciones", indica.
Mientras, otros de sus coprotagonistas no son tan optimistas. "En esta serie todos van en una dirección negativa", agrega Max Theriot, el actor que interpreta a Dylan, el otro hijo de Norma y quien tiene sus propios problemas lidiando con su trabajo con un grupo de narcotraficantes. "Ese mundo se abre mucho más. Vemos quién es quien lleva la economía y realmente maneja el pueblo con el negocio del cultivo de marihuana", adelanta Nestor Carbonell (Lost), que en Bates motel tiene el papel del sheriff Alex Romero.