Como todos los procesos históricos complejos, son muchos los factores que entrar en juego para explicarlos, pero los detonantes suelen ser hechos comunes, errores o, en muchas ocasiones, situaciones fortuitas. Y la caída del Muro de Berlín no fue la excepción.
En medio de un ambiente de tensión, en que la Alemania del bloque comunista daba claras señales de fatiga, miles de germano orientales empezaron a escapar por diferentes fronteras a mediados de 1989.
En 7 de octubre de la RDA celebró sus 40 años con la visita del líder de la Unión Soviética, Mijail Gorbachov. Multitudinarias manifestaciones surgieron tras la visita del líder reformador soviético, aumentando la inestabilidad al interior de la Alemania Democrática.
Leizpig y Berlin fueron los focos de las protestas, mientras cientos de alemanes orientales seguían escapando por Polonia, Checoslovaquia y Hungría.
El 18 de octubre, el histórico líder de la RDA y "padre" del Muro de Berlín, Eric Honecker, dejó la dirección del país en medio de la crisis aduciendo problemas de salud.
La presión interna por dejar el país siguió creciendo y los nuevos líderes de la Alemania comunista decidieron flexibilizar la prohibición que tenían los alemanes orientales para dejar el país.
La conferencia, la pregunta y el error
El politburó germano decidió abrir las fronteras el 10 de noviembre de 1989. Se realizaría en orden, previo chequeo de que los documentos de las personas estuvieran al día.
Para informar esto, se organizó una conferencia el 9 de noviembre de 1989, cerca de las 18 horas, a cargo de Günter Schabowski, un periodista miembro del comité central del partido Socialista Unificado Alemán (que gobernaba la RDA).
Schabowski había sido brazo derecho de Honecker y había liderado los principales medios gubernamentales y todo el aparato propagandístico comunista en Alemania.
Era, sin duda, un avezado periodista y comunicador del régimen. La conferencia se centró en entregar detalles y en explicar la medida para abrir las fronteras de la RDA, hasta que llegó la pregunta del corresponsal de la agencia italiana ANSA, Riccardo Ehrman: "¿Cuánto entra en vigor la medida?".
Schabowski titubeó y respondió: "A mi entender, con efecto inmediato... ahora mismo". Un error, porque el politburó la había fechado para el día siguiente.
A las 19.04 del 9 de noviembre de 1989, la agencia de alemana, DPA, publicó por teletipo un urgente: "Los ciudadanos de la RDA pueden emigrar por todos los pasos fronterizos de forma directa y desde este momento".
A las 20 horas, la agencia gubernamental ARD publicó: "La RDA abre sus fronteras".
Antes de las 21.30, miles del personas se aglomeran en el paso de la calle Bornholmer. La escasa policía fronteriza, sin poder contener a la muchedumbre y sin tener ordenes claras, levantó las barreras.
Fue así como el error de Schabowski "abrió" el muro la noche del 9 de noviembre.
Nazi, comunista y capitalista
Schabowski fue miembro de las Juventudes hitlerianas en su adolescencia bajo el nazismo, y tras la capitulación del Tercer Reich pasó a ejercer el periodismo e ingresó en el Partido Socialista Unificado (SED) en los años 50.
Completó su formación periodística en Moscú, tras lo cual regresó al Berlín oriental, para dirigir medios del régimen, primero, y ponerse al frente de su aparato de propaganda, ya en los 80.
Voluntaria o no, su contribución al fin de la división -berlinesa, alemana y, por extensión, europea- no le libró de ir a la cárcel por las muertes en el Muro.
En 1997 fue condenado a tres años de prisión por un tribunal berlinés por su corresponsabilidad en la muerte de fugitivos germano orientales ante la llamada Franja de la Muerte, sentencia que aceptó sin recurrir, al contrario que otros jerarcas de la ya extinta Alemania comunista igualmente procesados.
Fue el único miembro del "politburó" de la RDA que admitió abiertamente los errores y crímenes del antiguo régimen germano oriental, cuestión que plasmó en libros y entrevistas, hasta que su delicada salud le obligó a retirarse de la vida pública, cinco años atrás.
Schabowski, nacido el 4 de enero de 1929 en la localidad de Anklam (este de Alemania), falleció el 1 de noviembre de 2015 a los 86 años en un asilo de Berlín, donde pasó la última etapa de su vida.