La primera declaración oficial de Juan Díaz
Durante la mañana del pasado 20 de abril, el ex operador político de la UDI entregó la primera de sus dos declaraciones ante el fiscal jefe Sergio Moya, a cargo del caso Caval. En el documento de 21 páginas, que permanece bajo reserva, pero al que accedió Reportajes, el gestor inmobiliario intenta explicar los pagos a dos ex funcionarios de la Municipalidad de Machalí, su trabajo con Caval y se hace cargo de algunos de los dichos contenidos en las transcripciones telefónicas del OS-9 de Carabineros.
Las mil maravillas. Juan Díaz recuerda que ese era el nombre del café de Providencia donde conoció a Natalia Compagnon en 2012 -aunque ella ha señalado que fue en 2013-. Sólo entonces supo que ella, además de ser la socia de Mauricio Valero en Caval, era esposa de Sebastián Dávalos, el hijo de la Presidenta Michelle Bachelet. "En la reunión ella se encargó de informar de quién era nuera, haciéndolo saber como una fortaleza o ventaja propia", señaló Díaz en su primera declaración oficial delante del fiscal Sergio Moya.
En enero, los tres asistentes a esa cita en el café, Compagnon, Díaz y Valero, fueron formalizados por la Fiscalía Regional de O'Higgins: ella, por delitos tributarios; Díaz, por soborno, y Valero, por ambos delitos. Otras 10 personas también fueron notificadas de estar bajo investigación por diversos ilícitos.
A diferencia de los socios de Caval y de la mayoría de los imputados, Juan Díaz todavía no prestaba declaración ante el Ministerio Público por esos días. Hasta entonces, había guardado silencio. Obtener su testimonio era una diligencia clave para los investigadores, pese a que la confiabilidad de sus palabras estaba en entredicho. El ex operador político de la UDI recién decidió hablar la mañana del 20 de abril. Desde entonces, aquella primera declaración se mantiene bajo reserva, junto a un segundo testimonio que entregó algunas semanas después.
Reportajes tuvo acceso a aquella primera declaración, en la cual Díaz relata su papel en la trama de la compraventa del terreno de la familia Wiesner en Machalí. En el documento, que desde hace un par de meses manejan algunas defensas y querellantes, además del propio Díaz, el gestor inmobiliario también se hace cargo delante del fiscal Moya de algunas de las acusaciones realizadas en las conversaciones telefónicas interceptadas por el OS-9 de Carabineros y cuyas transcripciones luego fueron publicadas por revista Qué Pasa. Fue precisamente la divulgación de estas transcripciones lo que motivó a la Presidenta Bachelet a querellarse por injurias graves con publicidad en contra de cuatro periodistas del semanario, uno de los cuales es Juan Pablo Larraín, actual director de La Tercera.
Su llegada a Machalí
Aunque hay testimonios que dicen lo contrario, Díaz confirmó en su primera declaración lo que había señalado el síndico Herman Chadwick Larraín, el hombre a cargo del convenio judicial preventivo que liquidaría el terreno de los Wiesner en Machalí: aquella colaboración entre ambos fue la primera. El gestor inmobiliario reconoce que esta le valió pagos por $ 412 millones, muchos de los cuales "son gastos que no están registrados".
"Con Herman Chadwick Larraín nunca había trabajado en mi vida, con Herman Chadwick Piñera (su padre), sí. Con Herman Chadwick Larraín llego a trabajar porque Cynthia Ross me dijo que su tío Patricio Wiesner tenía unos terrenos en Machalí, que tenía problemas comerciales y que el síndico de su caso era Herman Chadwick Larraín (…). Mi misión era buscar un comprador. Herman dijo en esa segunda reunión 'vendan, hagan lo que quieran, yo tengo plazos que cumplir'. Yo asumo de manera informal la búsqueda del comprador, pero no en términos exclusivos".
Luego de hablar de la oferta descartada de Pedro Heimpell y Nabil Mansour, Díaz cuenta que en 2012 conoce a Mauricio Valero, socio de Caval, por intermedio de un amigo en común, Patricio Cordero, ex administrador municipal de Joaquín Lavín en Las Condes y Santiago, quien también está formalizado en la causa. "La primera vez que veo a Valero es en la oficina de Cordero, en Orrego Luco, frente a las oficinas de Banigualdad, concretamente en el café Le Fournil (…). Valero me informa que se conseguiría el dinero en el Banco Santander, porque él ya tenía noción de la zona, me dijo que ya conocía la zona, que estaba viendo algo de Gonzalo Vial", señaló al Ministerio Público.
Un mes después de conocer a Valero, éste le presentó a Compagnon en Las Mil Maravillas. Estas reuniones entre los tres se realizaron, según Díaz, en "unas 20 oportunidades, aproximadamente". Allí habrían acordado la división de las ganancias: "Me ofreció compartir utilidades; al principio no hablamos de montos, pero después ya formalizamos y sería la división en partes iguales. Caval obtendría una mitad y yo otra mitad. Por mi parte, pedí cheques de respaldo, los cuales son dos y suman 800 millones de pesos, los cuales presenté al cobro y fueron protestados por falta de fondos. Hago entrega de fotografías de los mismos".
Díaz relata que cuando se concretó la compra a cambio de $ 6.500 millones, "todos estaban felices". Asegura que se quedó a cargo del predio, de la casa patronal y que Caval le cedió las llaves del terreno. Su idea era mantenerse en el desarrollo del campo, que tenía como potencial comprador a un grupo de inversionistas mexicanos. "En un momento dijeron que tenían que vender urgente, porque según Natalia Compagnon se debía vender rápido. Natalia tenía la urgencia de vender, esto pasó en septiembre u octubre de 2014, esto coincide con que Natalia no pagaba sus deudas, aparecía gente a cobrar las deudas y la revista Qué Pasa ya estaba haciendo un reportaje sobre el negocio de Machalí y la obtención del crédito. Ella no quería figurar en ningún negocio, porque había rumores de que podían afectar la imagen de su familia", testificó el gestor inmobiliario.
En este punto, las fechas señaladas por Díaz sobre el artículo de Qué Pasa no calzan, pues éste fue publicado varios meses después, el 6 de febrero de 2015.
El crédito
Durante los últimos meses de 2014, Díaz trabajaba en otro proyecto encomendado por Compagnon, que consistía en "la regularización que requería la casa central de CCU", un proyecto para levantar el nuevo edificio corporativo de la empresa en Quilicura, junto a la planta. Entonces se empezó a perfilar la venta del predio de Machalí. "Caval vende luego el terreno a Silca y fueron deshonestos, pues desaparecieron, abandonaron el proyecto, me dejaron con todas las deudas, porque además yo había trabajado en una regularización que requería la casa central de CCU y que se encargó a Natalia Compagnon, quien me dijo que ella tenía un acuerdo con Andrónico Luksic, en el sentido de que él les prestaba el dinero para la compra de los terrenos en Machalí, pero ella debía hacerse cargo de regularizar el problema de la planta de Quilicura, para lo cual me pidió servicios por los cuales debió pagarme $ 300 millones, los que aún me debe", indicó Díaz.
Es en este punto de la declaración donde el ex militante UDI se hace responsable de lo dicho en algunas de sus conversaciones telefónicas sobre la obtención del crédito que el Banco de Chile le otorgó a Caval. Díaz deja en claro, eso sí, que su testimonio se basa en lo que supuestamente le escuchaba a Compagnon. "El préstamo del Banco de Chile era seguro, porque lo había conseguido su suegra, doña Michelle Bachelet, lo que yo creo que fue así. A mí sólo me consta lo que decía Natalia Compagnon, porque a doña Michelle Bachelet nunca la conocí", sostuvo el gestor inmobiliario.
"A su pregunta: en relación al préstamo que Caval consiguió con el Banco de Chile, Natalia Compagnon me informó que la suegra, esto es la Sra. Bachelet, se conseguiría el crédito con Luksic, pero no me dio más detalles. Esto me lo informó a mí, a Patricio Cordero y también lo sabía Valero. En realidad, todos lo sabían, en el banco también lo sabían, pero nadie ha querido decirlo. Esto me lo contó Natalia meses antes de conseguir el préstamo".
Sin embargo, esta acusación de oídas respecto de un supuesto papel de Bachelet en la operación sólo ha sido avalada por Patricio Cordero en su primera declaración. "Debo señalar que de conversaciones con Mauricio Valero, aunque no lo decía expresamente, siempre daba a entender que para obtener el crédito debían recurrir al contacto de la entonces candidata presidencial y suegra de la socia de la empresa Caval, la Presidenta Michelle Bachelet", dijo Cordero. Tanto él como Díaz tienen un pasado en la UDI.
Por otra parte, Compagnon, Dávalos, Valero y el propio Luksic han descartado en sus testimonios judiciales que la Mandataria tuviera algún conocimiento del negocio de Machalí. La declaración de Bachelet aún no se conoce y, por lo tanto, no es claro que se le haya consultado por las acusaciones de Díaz, pero el abogado de la Presidenta, Juan Pablo Hermosilla, asegura que la versión de Díaz no es verosímil.
"En lo personal, no le atribuyo ningún valor. Si fuéramos a darle valor a lo que dice Juan Díaz tendríamos que tener formalizado y preso a Pablo Longueira como inductor de un secuestro a Gemita Bueno (N. de la R.: Díaz mencionó esta situación en conversaciones privadas que fueron interceptadas por Carabineros). A mí me parece que es evidente que este señor, por las razones que sean, está haciendo declaraciones por otros motivos. Lo importante es ver cómo va a ponderar esto el fiscal", afirmó Hermosilla.
Más adelante en su testimonio, Díaz también justifica las razones de su visita al Palacio de La Moneda, en abril de 2015, cuando se reunió con el ex administrador Cristián Riquelme: "Puedo decir que lo conocí en un viaje a Porto Seguro, Brasil. Fui a conversar con él para ver si podía influir para que Natalia Compagnon me pagara los $ 46 millones del préstamo personal que le había hecho y los $ 300 millones que me debía por el trabajo a CCU. El sólo me escuchó y me dijo que si podía hacer algo me llamaría. Nunca me llamó".
Pagos municipales
El fiscal Sergio Moya también dirigió su interrogatorio hacia los traspasos de dinero realizados por Díaz a dos ex funcionarios de la Municipalidad de Machalí, los arquitectos Cynthia Ross y Jorge Silva Menares. De acuerdo a la tesis del Ministerio Público, estos pagos podrían constituir soborno. Díaz negó este delito y aseguró que todos los estudios de Ross sobre Machalí fueron recibidos antes de agosto de 2012, cuando ella entró a trabajar a honorarios al municipio, pero que los pagos fueron diferidos.
"En relación a si Cynthia Ross me seguía enviando información sobre la modificación del plano regulador intercomunal estando ya trabajando en el municipio de Machalí, puedo referir que es efectivo, yo seguía en contacto con ella; yo, como le informé, seguía encargado del proyecto de Machalí, la información que ella me transmitía era pública", señaló.
Por otro lado, Díaz justificó las transferencias a Silva Menares y su esposa, Marisol Navarrete -formalizada como cómplice de cohecho-, argumentando que eran los pagos por las reparaciones de la casa patronal del campo de Machalí. "Yo sí le hice transferencias a Jorge Silva Menares. Los motivos eran que me arreglaba la casa patronal de los Wiesner, me estaba haciendo el anteproyecto de las cuatro hectáreas", declaró.
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