La producción global de vino podría caer este año a su nivel más bajo desde 1961, después de que un clima desfavorable en Europa occidental dañó a las viñas en la mayor región vitivinícola del mundo, dijo el martes un organismo internacional.

La producción global descenderá a 246,7 millones de hectolitros en 2017, un 8% menos que el año pasado, dijo en sus primeras estimaciones sobre el año la Organización Internacional de la Viña y el Vino (OIV, por sus siglas en inglés), con sede en París.

Un hectolitro es equivalente a 100 litros, o algo más de 133 botellas estándares de vino de 75 centilitros cada una.

El declive global refleja una caída en la producción en la Unión Europea, donde es probable que los tres mayores productores del mundo - Italia, Francia y España - registren un desplome importante.

El brazo ejecutivo de la UE, la Comisión Europea, estima que la cosecha de vino del bloque se reducirá a mínimos de 36 años en 2017 al verse impactada por un clima desfavorable que supuso desde heladas en primavera hasta olas de calor en verano.

En Francia, el clima ha afectado a la mayoría de las principales regiones de cosecha, entre ellas Burdeos y Champaña, y el gobierno ha previsto que la producción caiga a su nivel más bajo en décadas.

Las previsiones de la OIV, las cuales excluyen el zumo y el mosto, sitúan la producción italiana de vino en 39,3 millones de hectolitros, lo cual supone una caída del 23%. La producción en Francia descendería un 19% a 36,7 millones de hectolitros mientras que la producción en España descendería un 15% o a 33,5 millones.

Una disminución de la producción global podría reducir el exceso de oferta visto en los últimos años, cuando el consumo se vio contrarrestado por los efectos de la crisis financiera mundial en 2008.

En Sudamérica, destacó el incremento del 25 % de Argentina hasta 11,8 millones de hectolitros, que se explica en parte por las mala cosecha del año anterior (cuando no se llegó al umbral de los 10 millones de hectolitros), que contrastaba con los más de 15 millones logrados en 2013 o 2014.

En esa misma región, Chile sufrió un recorte del 6 % a 9,5 millones de hectolitros, mientras la producción de Brasil se disparó un 169 % hasta 3,4 millones tras el desastroso ejercicio de 2016 de los 1,3 millones.

También en el hemisferio sur, en Australia el volumen subió un 6 % hasta 13,9 millones de hectolitros (tercera progresión consecutiva) y en Sudáfrica un 2 % hasta 10,8 millones, mientras que en Nueva Zelanda se produjo una baja del 9 % hasta 2,9 millones, pero desde un nivel récord el año anterior.

Por lo que respecta al consumo, y en espera de cifras definitivas, la OIV avanzó que en 2017 se situará entre los 240,5 y los 245,8 millones de hectolitros, una horquilla que muestra una estabilidad respecto a los 242 millones del ejercicio precedente.