Pablo Quintanilla no falla en el norte de Chile. Puede que sea penalizado, que se pierda en el desierto, que tenga una u otra caída, pero sabe de triunfos en el Atacama Rally. Ayer consolidó su quinta corona consecutiva en la carrera, las dos primeras fueron por el circuito sudamericano, pero los tres últimos años consiguió un triunfo importante como parte de la Copa del Mundo de rally cross country de la FIM.

Quintanilla partía el último día de la competencia segundo en la general. Claro, eran sólo dos segundos los que lo separaban del argentino Kevin Benavides y en la práctica era un empate, pero el menor error podría costarle el título.

El chileno y el transandino habían ganado cada uno dos de las etapas de la competencia que partió el lunes en Copiapó y en el loop con partida y final en Iquique se definiría todo.

'Quintafondo' no falló y fue el más rápido en la jornada de cierre de la tercera fecha del Mundial. Quinto triunfo consecutivo en la prueba tuerca más importante que se disputa en Chile, tras la partida del Dakar, hace un par de años.

"Me repuse de una penalización y no había grandes diferencias entre los tiempos de Benavides, Gonçalves y Sunderland, por eso el trabajo en pista se hizo muy complicado. Terminamos en etapas de pura navegación y sostuve el ritmo, aguanté la presión y gané tres etapas, tengo que sentirme realmente satisfecho y motivado con el trabajo que hice", declaró Quintanilla antes de una celebración que tuvo cierta contención, pues buena parte de los pilotos del Mundial son catalanes y en el parque se sintió con fuerza el dolor por los atentados del jueves en Barcelona.

Eso sí, el volante sanantonino valoró doblemente su corona en el desierto, pues no ha estado sano durante todo el año y, además, debió sufrir el abandono de su compañero de equipo francés, Pierre Renet, quien tuvo un grave accidente en la segunda etapa.

"Los tiempos siempre estuvieron muy apretados desde la primera etapa y eso nos obligó a ir siempre al límite, al ciento por ciento. Volver a la competencia después de una lesión y con un primer lugar es más que bueno, estoy más que contento", señaló el piloto tras recibir los saludos del ministro del Deporte, Pablo Squella, que asistió a la salida y meta de la última etapa.

No fue el único chileno que brilló en la jornada de cierre, pues al vencedor lo escoltó el juvenil José Ignacio Cornejo, campeón mundial Junior de la FIM en 2016. Con una máquina antigua y con carburador, aprovechó su conocimiento del desierto para arribar a sólo 12 segundos del ganador.

Para Quintanilla, la victoria le significa meterse de lleno en pelear el campeonato del mundo, del que es campeón defensor. Sam Sunderland se mantiene como puntero del certamen anual, pero la diferencia con el chileno es de ahora apenas siete puntos (ver tabla).

Pablo Quintanilla sumó en el norte los 25 puntos para el mejor de la clasificación general, las tres unidades base para todos los que parten la prueba y tres puntos más por cada una de las etapas en las que se impuso. El británico de KTM no ganó ninguna.

Quintanilla se metió con todo en la lucha por la corona: "Tengo poco tiempo para celebrar, porque este sábado viajamos a Santiago, descansaremos dos días y el miércoles a primera hora viajamos a Argentina para la cuarta fecha del Mundial, el Rally Ruta 40", explicó.

La primera de De Gavardo

En la prueba debutó en competencias mundiales Tomás de Gavardo, hijo del desaparecido Cóndor de Huelquén. El joven piloto terminó 15º y señaló estar "contento, porque cumplí con mi objetivo de llegar a la meta. Ser 15º es muy bueno en una competencia internacional de la magnitud que es el Atacama Rally y correr con los astros que lo hicieron. Ha sido una muy buena experiencia donde aprendí muchísimo".