La Real Academia Española (RAE) presentó hoy la edición del tricentenario del "Diccionario de la lengua española" en el marco de la Feria Internacional del Libro (Filsa), que se celebra estos días en Estación Mapocho, y que contó con la presencia del director de la RAE, José Manuel Blecua y con la participación del director de la Academia Chilena de la Lengua, Alfredo Matus.
La nueva edición del Diccionario de la RAE tiene 93.111 entradas, frente a las 88.431 de la versión anterior, publicada en 2001, e incluye 19.000 americanismos.
Blecua explicó que los dos ejes fundamentales del nuevo Diccionario, que se presentó en Madrid el pasado 17 de octubre, son la "revisión cuidadosa" y la "renovación", específicamente en el aspecto tipográfico.
Sobre el primer pilar, el director de la RAE destacó el esfuerzo y el trabajo por revisar vocablos como las series de los colores, los gentilicios, las unidades de peso o las medidas, una tarea que, subrayó, se hizo de una "manera estructurada".
En el capítulo de la renovación, Blecua explicó que se ha modificado la estructura tipográfica de las palabras para facilitar al lector su comprensión.
Así, después de la palabra el Diccionario incorpora un "paréntesis informativo que reúne todo lo que un usuario normal necesita saber del artículo", como sus variantes gráficas, los problemas de ortografía o los diferentes registros que puede tener.
"Este diccionario es una materia de esperanza, no es que hayamos logrado un triunfo, sino que hemos abierto un camino para que el diccionario vaya mejorando por el único camino que pueden ir mejorando los diccionarios, que es por el conocimiento científico", sostuvo Blecua.
El director de la Academia Chilena de la Lengua, Alfredo Matus, destacó que la última edición del Diccionario de la RAE aumentó de 1.882 a 2.214 los vocablos propios de los chilenos.
Estas adiciones incluyen palabras de uso corriente, como "bencinero" o "matonesco", y también coloquialismos como "fome" (aburrido) o "pilucho" (desnudo), entre otros.