Esta semana, Carlos Pedemonte dejó de ser el jefe técnico de las divisiones inferiores de Colo Colo. En Macul informaron que la decisión respondía al profundo plan de reestructuración que está llevando a cabo el club y que ya se tradujo en la salida de otros entrenadores y en la reasignación de funciones en ésa área de la institución. Sin embargo, no hubo mayor profundización respecto de los motivos que provocaron el alejamiento del funcionario.
Sin embargo, La Tercera tuvo acceso a dos demandas por acoso laboral que detonaron la drástica determinación. El primero es un escrito presentado por la sicóloga María José Martínez, quien presta servicios al club popular y que menciona directamente a Blanco y Negro y a todas las entidades o razones sociales vinculadas con Colo Colo. Y el segundo, en el mismo tenor, fue presentado por la Dirección Regional del Trabajo Metropolitana Oriente, a raíz de la misma situación. Ambos, al Tribunal del Trabajo de Santiago.
"Durante este período, el estilo comunicacional del Sr. Pedemonte conmigo era muy formal, distante y más bien autoritario, en un tono agresivo pasivo. Sus comentarios son indirectos y no frontales. Su forma de decirme las cosas era como si tratara con su hija y no con una profesional a cargo de un área (...) Le solicité una reunión a tres meses de su ingreso, manifestándole que esto me hacía sentir incómoda, y poco validada e incluso, en ocasiones, descalificada (...) Me respondió que en otros lugares había tenido problemas por su forma comunicaciones (sic), en especial con las mujeres, ya que era muy duro, pero que sus intenciones no eran esas", sostiene uno de los testimonios de Martínez graficados en una de las demandas.
Aunque, según vuelve a describir Martínez, el trato se habría normalizado por un tiempo, luego se repitieron los problemas.
El lunes, Pedemonte había explicado a La Tercera, desde su perspectiva, las razones del alejamiento. "Es parte de las decisiones de la empresa. No hay ninguna duda. No lo entiendo mucho, porque teníamos una relación de trabajo era buena. Tenemos presencia en casi todas las selecciones, salvo en la Selección Sub 21, porque fue decisión del club. Se desarrolló trabajo con las familias, los objetivos se cumplieron. Hay un trabajo valórico importante. Todo lo que se planificó, se hizo", dijo. Eso sí, nunca durante la entrevista aludió a los desencuentros con Martínez.
Luego deslizó los motivos que llevaron a su salida del club. "Esta es una actividad esencialmente humana. Esa variable debe estar presente para no quejarnos de las decisiones humanas. Intenté irme por el lado valórico y salgo por el plano valórico. No podía seguir trabajando si sacan cuatro personas de mi confianza". Esa explicación se contrapone con la que expone la sicóloga Martínez, quien lo demandó ante los tribunales, y también descolocó a la concesionaria del club de Macul.