Hubo más de alguno que declaró su muerte súbita. Tras dos temporadas con críticas cada vez más malas y rating en declive, no faltó quien dio la señal de alarma y declaró el fin de la exitosa era de Grey's anatomy, la serie médica que se convirtió en fenómeno tras su estreno como "relleno" de mitad de temporada en 2005. Pero su sexta temporada, que debutaba anoche en el cable local, a las 22 horas por Sony (señal 32 de VTR y 503 de Movistar), está demostrando que los malos augurios se equivocaron.

Desde su estreno en EE.UU. en septiembre, la serie ha gozado de un regreso tanto en términos de audiencia como de crítica. El programa es consistentemente uno de los más vistos de la semana en Norteamérica, y el número uno en su día, superando al líder tradicional del horario, CSI. Además, hasta el momento promedia 17,2 millones de espectadores semanales, tres millones más que el año pasado.

La receta que utilizó fue a la antigua: las historias que está poniendo en pantalla. Los cambios que realizaron en el elenco, liderados por la salida de TR Knight (George O'Malley), aunque en un momento algo polémicos, finalmente fueron considerados beneficiosos. Si en la temporada pasada los creadores fueron vapuleados por la trama que tenía a Izzie (Katherine Heigl, foto principal) manteniendo una relación con su ex novio muerto (Jeffrey Dean Morgan), la dirección que tomó su personaje ahora ha sido bien recibida. En el capítulo final del ciclo anterior, Izzie estaba al borde de la muerte por el cáncer que sufría y la peligrosa cirugía cerebral que se había realizado. Ahora, ella se recupera, pero tiene dificultades para reincorporarse al trabajo y en su relación con su flamante marido, Alex (Justin Chambers). La suerte del personaje de TR Knight es opuesta: no sobrevive a las lesiones que sufrió tras ser atropellado por un bus. Pero su muerte abrió posibilidades dramáticas para el resto del elenco, por las consecuencias que trae a cada uno. Uno de los desafíos que enfrentó este ciclo, y que debieron ser incorporados a la historia, fue la ausencia temporal de dos de sus protagonistas: Ellen Pompeo (Meredith), que salió por su período posnatal, y Katherine Heigl, que hizo un alto para rodar una película.