Una gran sorpresa se llevaron anoche los aficionados al ver a Cleveland con camisetas negras con mangas en su visita a Golden State, en quinto partido de las finales de la NBA.

En el pasado, uno de los más críticos de esta prenda fue LeBron James. El alero de los Cavaliers cuestionaba la comodidad de las mangas y hasta intentó sacárselas en un partido ante los Knicks, donde tuvo una magra actuación. Sin embargo, con el paso del tiempo fue mutando su opinión.

Anoche, todos que se sorprendieron al ver a los Cavs con ese uniforme, pero mayor fue la impresión al revelarse que fue el propio LeBron el que quiso poner fin a esa fobia, pidiendo vestir la camiseta del karma, justo en un partido para mantener vivas sus posibilidades en la definición.

El resultado salta a la vista: 41 puntos, 16 rebotes, 7 asistencias 3 robos y 3 tapones, que fueron vitales en la victoria sobre los Warriors, por 112-97. "Las camisetas nos gustan y el negro nos sienta bien", dijo James, mientras que su compañero, J.R. Smith señaló que le prenda simboliza "el orgullo de los Cavs".