Dos chicos de 23 años, el estadounidense Jesse y la francesa Celine, se conocen en un tren mientras viajan por Europa. Tienen una conexión inmediata y deciden bajarse en Viena para seguir hablando. Ahí, comparten una noche marcada por la conversación seudo existencial y mucho flirteo. Una noche que los marca de por vida y es el argumento de Antes del amanecer, la cinta de 1995 de Richard Linklater que costó US$ 2,5 millones. Pese a su bajo costo, fue celebrada por la crítica y venerada en Europa, mientras que en Chile se convirtió en fenómeno de culto en salas de cine arte y cuando se editó en VHS. Gracias a esto, consiguió una secuela nueve años más tarde con Antes del atardecer. Un trabajo que muestra la reunión de los protagonistas en París y deja un final abierto sobre si Jesse termina con su infeliz matrimonio y retoman o no su relación. Una cinta que confirmó la creciente popularidad de la historia e incluso consiguió una nominación al Oscar por mejor guión adaptado. El jueves 8 llega a cartelera Antes de medianoche, que dilucida las dudas y los muestra como una pareja que tiene que lidiar con la paternidad y su vida a los cuarenta. Esta es la historia tras la trilogía estrenada ya hace 18 años.
En la ficción, Jesse es interpretado por Ethan Hawke y Celine por Julie Delpy. Pero tras esos personajes, al menos en su origen, hay cuatro personas. Los más obvios son el director y guionista Richard Linklater y la guionista Kim Krizan, ambos co-creadores de Jesse y Celine. Pero tras la historia de estos jóvenes están Amy, una mujer con la que Linklater vivió una historia similar en Philadelphia en 1989, según él mismo ha revelado a la prensa, y un chico noruego, al que Krizan conoció de viaje por tren por Europa. Y ellos son, según cuenta la también académica de UCLA y escritora que acaba de publicar Original sins: trade secrets of the femme fatale, son la inspiración para la historia.
En cuanto al modo en que ambos personajes se conocen, Krizan comenta que sugirió un cambio a la idea de Linklater sobre una tienda de juguetes, lugar donde él conoció a Amy. "Dije que pensaba que era mejor que se conocieran en un tren. Me encantaban esas conversaciones realmente intensas que se puedes disfrutar cuando sabes que pronto vas a dejar de ver a la otra persona", dice a La Tercera. Aunque es difícil imaginar este universo sin Hawke y Delpy, no fueron los únicos actores que probaron: "Quedé extremadamente impresionada por la audición de Lili Taylor. También sugerí a Robin Wright. David Thewlis (el profesor Lupin en la saga Harry Potter) hizo una gran audición y Rick lo quería para Jesse, pero no resultó", recuerda Krizan. El productor ejecutivo John Sloss (I'm not there), quien colabora con el realizador desde 1993, agrega desde Nueva York que cambiaron Texas por Viena como locación porque consiguieron subsidios financieros.
La guionista dice sobre su visita al set: "Fue increíble ver el guión volverse algo vivo". Y Sloss recuerda sobre los 23 días de rodaje: "No teníamos idea de lo que iba a pasar con la película, pero Rick es un director brillante y fue realmente mágico encontrar a Ethan y Julie". Para el productor, un factor crucial es la química entre los protagonistas: "sabíamos que había algo especial, que había una conexión". Un vínculo que ha llevado dos veces a Linklater a reunir el equipo, sumando a Delpy y Hawke como guionistas, y seguir contando la historia de estos amantes. Sloss asegura que eso se debe a que al final de cada cinta hay dudas sobre qué pasa tras ellas.
En cuanto a la energía en el rodaje de las siguientes dos cintas -él ha tenido cameos en toda la trilogía y se autoproclama, entre risas, como el "amuleto de buena suerte de las películas"-, dice que es muy positiva y que el equipo ya es como una familia. La popularidad de las cintas no es algo que haya afectado el rodaje: "Ethan pasa por períodos cambiantes de fama, si alguien los reconoció en París fue porque Julie es conocida allá. En Grecia, rodaron en un lugar muy remoto". Locación a la que llegaron tras pensar en España inicialmente, pero fueron contactados por productores griegos que los convencieron de rodar ahí. El guión de esta nueva cinta toma mucho del director y la pareja protagonista: los tres superan los 40 años y tienen hijos. Siguiendo con la veta autobiográfica, la familia de Celine y Jesse la completan niñas gemelas de ocho años: los retoños gemelos de Linklater tienen nueve.
Si bien Krizan aparece en los créditos de esta tercera entrega como co-creadora de los personajes, y asegura estar feliz de que "una tercera película se haya hecho con los personajes que Rick y yo creamos hace tanto tiempo, no todo ha sido positivo: decidió no colaborar más allá de Antes del atardecer pues considera que no se le ha dado suficiente crédito por su trabajo. Aún así, comenta: "Estoy muy orgullosa de lo que escribí y estoy feliz de que tanta gente alrededor del mundo se haya conmovido con esta trilogía".
Según cuenta, Kirsten McMurray de la productora de Linklater Detour Films, la tercera parte de la cinta fue editada por el director, la editora Sandra Adair y su asistente en las oficinas de Detour durante enero, y la primera vez que se vio su versión final fue en Sundance. "De todos modos, no hay mucho que editar, porque son muy pocas escenas", dice al teléfono desde Texas con un poco de risa al referirse a los largos planos secuencias que aparecen en la trilogía. De hecho, en la nueva cinta hay uno que dura alrededor de 14 minutos y que se rodó durante dos días. "Más que la edición de la escena, el mayor problema fue elegir cuál de las tomas usar", dice McMurray. Según cuenta el productor Jacob Pechenik (Jobs): "Tuvieron que cerrar ese sector del camino y manejar dando vueltas. Las niñas que interpretan a las gemelas que van en el asiento trasero tenían que tener claro en qué minuto despertar, lo cuál es difícil. Julie y Ethan habían ensayado esa escena antes de rodar y es un tributo a sus aptitudes como actores el que la gente piense que esa escena es improvisada, cuando, de hecho, sigue un guión".
Sloss cuenta que es ahí cuando se ve reflejado el largo período de ensayos previos. Por ejemplo, para la última cinta, los actores viajaron a Grecia seis semanas antes del rodaje, para comenzar a trabajar. Algo que también se ve reflejado en una intensa escena en un hotel entre los protagonistas, filmación que tanto Sloss como Pechenik presenciaron: "Había muy poca gente en el set durante esas escenas y yo estaba cerca de Richard cuando estaba dirigiendo. Fue muy intenso y, a ratos, me metí tanto en el realismo de las conversaciones que Julie estaba dirigiendo su rabia hacia mí", remata Pechenik.