En diciembre de 2011, Mathías Vidangossy acordó su incorporación a Colo Colo. Había cumplido una destacada campaña en Deportes La Serena y parecía decidido, por fin, a consolidar las condiciones que insinuó desde el comienzo de su carrera como profesional, que partió seis años antes, cuando Fernando Díaz lo ascendió al primer equipo de Unión Española. Pero en Macul no le fue bien. Jugó sólo 48 partidos y marcó apenas tres goles.
En el intertanto, el mediocampista rozó la consagración. En 2007, después de su actuación en el Sudamericano Sub 20 que clasificó a la Roja de José Sulantay al Mundial de Canadá, lo fichó Villarreal. De paso, firmó el contrato más ventajoso de su vida: dos millones de euros por cinco temporadas.
Sin embargo, no logró resaltar en el Submarino Amarillo, que apenas fue el punto de partida para un largo recorrido. que incluyó a Almería, Audax Italiano, Everton, Ñublense, Ceará de Brasil y San Luis, antes de su arribo a la Cuarta Región.
Pero también arriesgó su carrera. "La cabeza lo traicionó un poco. No tenía claro lo que quería. Haber ido a Villarreal le quitó tiempo. Las condiciones siempre las tuvo", comenta el ex volante hispano Juan José Ribera, quien compartió las primeras concentraciones del promisorio mediocampista, quien se inició en la UC, pero debió dejar San Carlos por su baja estatura. Vidangossy cometió errores. En Chillán, por ejemplo, llegaba tarde a las prácticas. "Se tomaba todo muy light. Le daba lo mismo", confidencia un compañero suyo en el sur.
La solvencia económica que le brindó el término de su relación con los españoles fue decisiva para la distendida forma en que abordó sus obligaciones. "Ganó una buena cantidad de plata. Tenía lo que quería. Y era joven. Así, es fácil marearse. En alguna medida, eso le pasó", explica otro cercano.
Lo que todos elogian son sus condiciones técnicas. En Pedreros, algunos compañeros lo apodaban Calidangossy, por la facilidad con que realiza trucos con el balón. "En los reducidos o en el baby fútbol es extraordinario. Le sale fácil hacer lujos o tirar túneles", revela el delantero albo Felipe Flores. A su juicio, la confianza que le ha brindado José Luis Sierra, quien le ha dado la titularidad en los cuatro duelos del actual torneo puede resultar clave. "La tuvo con Omar Labruna y funcionó. Hay que estar motivándolo", añade el delantero.
La música es uno de sus refugios. Toca piano y guitarra. Y desde hace un tiempo se acercó al cristianismo. Ahí partió su redención.