Reinventarse es la apuesta de la industria pisquera nacional, que está enfrascada en una lucha frontal contra el ron por ganar la preferencia de los consumidores chilenos.
Si en el bimestre febrero-marzo las ventas de ron superaron por primera vez a las de pisco puro, alcanzando $ 13.043 millones versus $ 12.646 millones del destilado nacional, la tendencia luego se revirtió. "Desde febrero a julio el pisco vendió $ 1.617 millones más que el ron y en volumen, 2,1 millones de litros más", dice Rodolfo Peña, gerente comercial de Capel, la principal pisquera del país.
La arremetida del ron, que comenzó hace 10 años, obligó al pisco a buscar nuevos horizontes más allá de la clásica piscola o pisco sour. La primera batalla la dieron en 2001 a punta de cocteles de mango, melón y caipiriñas en versión local. Ahora, la tendencia es desarrollar productos premium que compitan de igual a igual con el ron y el vodka de alta gama.
Alvaro Fernández, gerente general de la Compañía Pisquera de Chile (CPCH), controlada por CCU, explica que el espacio para crecer en este mercado está en los segmentos de alto margen. "Durante los últimos 20 años, el pisco se vendía más por su precio bajo que por una imagen de sofisticación, pero la industria evolucionó y se está moviendo hacia lanzamientos premium", dice. Es por eso que ahora se puede definir un pisco con calificativos que antes sólo estaban reservados para otros destilados y licores: blend (mezcla), de guarda, doble o triple destilado son apelativos cada día más comunes.
Capel acaba de lanzar la trilogía 2D, compuesta por un pisco reservado de guarda, uno reservado transparente y un pisco sour con doble destilación y jugo natural de limón, cuenta Peña. En tanto, CPCH estrenó la categoría ice premium blend de la mano de su marca Mistral. Este tipo de producto se caracteriza por tener menor graduación alcohólica (7°) y ser levemente gasificado (el vodka ha sido pionero en este nicho).
La búsqueda de piscos de alta gama es un factor que ayudará a la industria local a posicionar este destilado en el mundo, dice Rodolfo Peña. Además, estos productos cada vez tienen más importancia dentro de la facturación de las pisqueras. Según datos de Nielsen, en junio-julio los piscos premium representaron el 54,4% de las ventas en valor (la diferencia fue para las versiones masivas).
En CPCH conocen del fenómeno. Fernández indica que los piscos premium, que comercializan bajo las marcas Horcón Quemado, Mistral Tres Erres y Control, ya representan cerca del 70% de las ventas en volumen de la compañía. Es por eso que ni siquiera la crisis ha frenado los lanzamientos. En la primera mitad del año Capel realizó cuatro, mientras que en el segundo semestre ya van tres nuevos cocteles, un pisco de 50° y la trilogía 2D, cuenta el gerente comercial de la cooperativa de la IV Región.
Lo mismo ocurre en CPCH. Fernández cree que este es un buen momento para hacer lanzamientos, sobre todo de productos que apuestan a tener larga vida en el mercado. "Como hay menos publicidad, se puede tener mayor recordación e impacto con menos recursos", sostiene.