La historia es tan conocida, que incluso ha sido objeto de estudios universitarios sobre estrategias y márketing: En 2007, junto a BlackBerry y Palm, la finlandesa Nokia se encontraba en un sitial privilegiado. El naciente mercado de los teléfonos inteligentes, por entonces considerado como un segmento de empresas, aún era controlado por dispositivos móviles lentos, con interfaz compleja para el usuario común y que presentaban como gancho publicitario la posibilidad de revisar y responder correos desde un aparato que cabía en el bolsillo. Todo iba bien, hasta que Apple, una marca especializada en computadores y iPods decidió incursionar en el mercado móvil. Así, el nacimiento del primer iPhone marcó no sólo el cambio en la forma en que los teléfonos móviles serían vistos por los usuarios, sino el declive para Nokia, que nunca supo responder el golpe.
Previo a la era de los smartphones, Nokia se había hecho una fama bien ganada desde fines de los años 90, gracias a celulares simples y resistentes, factores que permitieron su masificación y el acceso de una tecnología inalcanzable a usuarios comunes. Modelos como el 5110 o 3113, más conocidos como "ladrillo", la llegada del juego "Snake" en el 6110, y el 6650, primer aparato de la empresa con 3G, marcaron una era que tuvo su clímax en con el modelo 1100, que con 154 millones de unidades fue declarado en 2007 como el aparato electrónico más vendido del mundo, superando a Nintendo DS (153 millones), Playstation 2 (153,68 millones) o el propio iPod de Apple (100 millones).
Fue entonces, cuando tras la salida del smartphone de Apple, las ventas comenzaron a bajar. Dos años después del estreno del iPhone, Nokia registró sus primeras pérdidas, mientras que Android lentamente comenzaba a ganar terreno. Tras el declive insostenible, la luz de esperanza llegó en septiembre de 2013, cuando Microsoft compró la división móvil de Nokia por más de 7 mil millones de dólares. Sin embargo, los resultados con la línea Lumia y su sistema operativo Windows Phone no fueron los esperados. A pesar de los esfuerzos de la empresa por reposicionar la marca, añadiendo compatibilidad con Windows e incluso con la consola Xbox, tanto Apple como Android ya se habían hecho con la mayor parte de la torta de usuarios móviles, dejando a Nokia y BlackBerry sólo con las migajas.
El precio de la historia
Evidentemente, Nokia apuesta fuerte al modo en que la marca es percibida por los usuarios. Javier Valenzuela, Gerente de terminales de Movistar, señala que "la propuesta (de Nokia) apela a valores del pasado, y lo que la gente recuerda de la marca. Su estrategia es simple: tener productos en cada segmento, con una buena relación costo y prestaciones, buen diseño y materiales, junto a un sistema operativo simple".
"La idea no es fabricar miles de teléfonos y se topen unos y otros. Para cada segmento habrá un terminal, y cada uno cumple un rol", afirma.
Martin Calderón, periodista de tecnología de Wayerless.com, añade que "nunca hay que mirar en menos el factor de la nostalgia, ya que lo que acarrea Nokia es una sensación de durabilidad y buen funcionamiento, factores que incluso le podrían ayudar a competir con Apple y Samsung en modelos premium. Sin embargo, depende cómo le vaya a los nuevos modelos".
Irse a la segura
Por ello, tras el traspié que significó el vínculo con Microsoft y Windows Phone, la compañía finlandesa HMD Global licenció la marca Nokia y se asoció con Foxconn (mismos fabricantes del iPhone), además de Google para el sistema operativo Android. El primer aviso llegó en 2016 con el lanzamiento de Nokia 150 y Nokia 150 dual SIM, primeros aparatos bajo la marca Nokia desde 2012, y con los que buscaron llegar a un segmento básico, que no esperaba acceso a internet, pantallas táctiles o cámaras con grandes megapixeles. Presentados originalmente en el Mobile World Congress de Barcelona, los modelos se enfocan en usuarios de gama media que apelan a dispositivos prácticos, simples y que no cuenten con las prestaciones pomposas que ostenta su competencia.
"El panorama ha cambiado bastante desde que Nokia dejó de existir en 2012. Actualmente los estudios indican que la gente busca equipos y batería grandes, y al menos dos de los tres nuevos smartphones cumplen con tales características", afirma Calderón. "Es dificil con los celulares chinos, pero la apuesta es correcta con los gama media y baja", agrega.
Así, los modelos que llegan a Chile son el Nokia 3, Nokia 5 Nokia 6. Presentados este martes por Movistar, el primero de ellos es el teléfono de entrada, con pantalla IPS LCD HD de 5 pulgadas, 16 GB, cámara trasera de 8 MP y una frontal de 5; Nokia 5 incluye pantalla IPS HD de 5,2 pulgadas, 16 GB de almacenamiento, cámaras de 13 y 8 MP; y Nokia 6 tiene una pantalla Full HD de 5,5 pulgadas, 32 GB de almacenamiento, y cámaras de 16 y 8 MP. Todos con sensor de huellas dactilares.
Además de Movistar, los smartphones estarán presentes en Entel y WOM. A falta de información de las demás operadoras, al menos en Movistar tendrán un precio de $99.990 para el Nokia 3, y $149.990 para Nokia 5 y $199.990 para Nokia 6. En cuanto al "indestructible" 3110, por ahora no será parte de los equipos que llegan a Chile, debido a que se espera una versión con conexión 3G que posiblemente sea presentada el 16 de agosto próximo junto al Nokia 8, que sí competirá con los smartphones de Apple y Samsung.