En el sector Chillancito de Concepción, Andrés Vilches se inició en el fútbol de barrio representando al club de su población, el Juventud Kennedy. Estuvo ahí hasta los 13 años y luego recaló en Huachipato. Por esos días estudiaba en el Colegio Galvarino de San Pedro de la Paz. "Un compañero me dijo que me fuera a probar. Ahí me vio el profe Luis Castro y quedé", recuerda.
El 2009 fue ascendido al plantel de honor por el técnico Fernando Vergara. "Nos fue a ver a un Mundialito juvenil en Valdivia y después me informaron que me subía al primer equipo". Vilches pensó que se trataba de una broma. Al poco tiempo, sin embargo, estaba pidiendo permiso a sus padres para firmar su primer contrato con sólo 17 años.
No tuvo muchas oportunidades de jugar, eso sí. Pasaron tres años y partió a préstamo, a Barnechea primero y, después, a Deportes Valdivia. El atacante revela que antes de partir tuvo una conversación con Arturo Salah en 2011. "Me dijo que estuviera tranquilo porque ya llegaría mi oportunidad. Como estaba entre jugadores más grandes, iba a ser difícil tener opciones. Eso fue importante para mí", indica el goleador acerero de la Copa Sudamericana.
El tiempo le daría la razón al hoy presidente de Colo Colo. "Irme me sirvió mucho para madurar y subir mi rendimiento. Lo duro fue la lejanía con mi familia y los problemas económicos", asegura Vilches.
Regresó a Huachipato y Mario Salas lo consideró casi de inmediato. Ni el mismo ariete esperaba algo así: "Se dio todo muy rápido, pero creo que aún falta mucho para consolidarme. Me tiene contento lo que estoy viviendo, ya que siempre pensé en volver por una revancha".
Desde su vuelta a Talcahuano, el delantero de 22 años ha marcado 13 goles. Los más importantes, los cuatro que registra en la Copa Sudamericana, los que se suman a los cuatro tantos del Apertura y a las cinco anotaciones en Copa Chile.
"Los más experimentados como (Francisco) Arrué y Claudio Muñoz nos dicen que debemos tener personalidad. Nosotros les hacemos mucho caso", indica. Eso sí, Vilches confiesa que su objetivo en Huachipato no está cumplido. Imponerse sobre Universidad Católica de Ecuador en la revancha por la segunda ronda de la Copa Sudamericana y acceder a los octavos de final para desafiar al poderoso Sao Paulo es lo más importante hoy. Con esa misión viaja mañana el ariete junto a todo el plantel a Quito.