Cuando Natalia Alvarez (28) se enteró de la crisis que sufría su universidad, la U. del Mar, pasó por un proceso de gran frustración. Junto al cierre de la casa de estudios, en 2012, le sobrevino una depresión y aparecieron las crisis de ansiedad. Cursaba cuarto año de Kinesiología.
Para no perder la carrera, se cambió de institución, pero no lo hizo sola. Junto a varios compañeros postularon a la Universidad Católica Silva Henríquez (UCSH). Y quedaron. Era el lugar donde querían seguir sus estudios, por lo que fue un destello de felicidad entre muchas malas noticias. Aunque el cambio no fue fácil. "Hubo algunos problemas de adaptación. Algunos compañeros nos menospreciaban por venir de donde veníamos, no entendían que el problema fue económico y no académico, y suponían que nuestra preparación era deficiente", cuenta Diego Bascuñán (23), quién iba en tercer año cuando la U. del Mar cerró.
"Eso era algo muy molesto, porque nuestros ex profesores nos entregaron conocimientos sólidos que nos hacen las personas que somos hoy", agrega Natalia.
Finalmente, lograron ser aceptados por sus compañeros, pero no quedaron tranquilos con eso. Natalia, junto a Nancy Brito (26), que cursaba tercer año cuando sobrevino la crisis, fueron dirigentes estudiantiles en la U. del Mar y ambas se reconocen inquietas.
Quisieron hacer lo mismo en la Silva Henríquez y el año pasado presentaron una lista para el Centro de Alumnos de Kinesiología, pero su intento no prosperó. Aun así, no se quedaron con la derrota.
Junto a Diego y otros ex alumnos de la U. del Mar, Yerko Duarte (24), Ayshlean Arancibia (21), más siete colaboradores, seis de ellos de la UCSH, decidieron formar una sociedad científica de kinesiología. Se llama Socek, que agrupa la sigla de Sociedad Científica de Estudiantes de Kinesiología UCSH.
"La idea surgió en marzo, de una conversación con la jefa de carrera Cristina Melian, y en cosa de un mes teníamos esto armado. Ya formamos la directiva y estamos a un paso de conseguir la personalidad jurídica", cuenta Diego, quien es el encargado de publicidad.
Nancy es la presidenta, Natalia, la vicepresidenta; Yerko, el fiscal, y Ayshlean, la tesorera.
Su primera actividad fue realizar una Primera Jornada de Kinesiología, que se llevó a cabo el 7 de junio y a la que asistieron 120 personas. Allí expusieron destacados kinesiólogos, profesores ligados al área y algunos deportistas invitados. "Fue un éxito, llego mucha más gente de la que esperábamos", señalaron.
En la oportunidad, también apadrinaron a Felipe Maturana, deportista de alto rendimiento de taekwondo WTF, quien, a causa de un accidente de tránsito, sufrió la amputación de una de sus piernas. Juntos, se propusieron como meta trabajar para conseguir que Felipe obtenga una prótesis de competencia y, así, sea el primer taekwondista paralímpico de Chile y Sudamérica, y que vaya a los Juegos Paralímpicos 2020.
Con su trabajo, también han conseguido auspiciadores y máquinas de rehabilitación en donación, las que, a su vez, han cedido a algunos centros de salud.
Pero las actividades no paran. Próximamente, para el 17 y 18 de octubre tienen organizado un Curso de Rescate Intra-Hospitalario, y el 22, 23 y 24 del mismo mes, un curso de Oncología y Cuidados Paliativos en Clínica Familia. Y para noviembre, alistan una segunda jornada de kinesiología, cuya invitación estará abierta a otras universidades.
"En cuatro meses completamos los 250 socios, de un total de 500 alumnos, y esperamos seguir creciendo", afirma Diego.
Aunque ya llevan dos años en la UCSH, a estos estudiantes aún les faltan otros dos años para terminar sus carreras. "Para entrar acá tuvimos que tomar ramos de todos los cursos, y lo que habíamos avanzado en la U. del Mar no sirvió para avanzar en años acá. En promedio, cada uno de nosotros sacará la carrera en siete años y será con el título de la U. del Mar", detalla Ayshlean.
"Pero esto nos ha servido de terapia, para olvidarnos de la frustración y no permitir que nuestros sueños fracasen", cuenta Natalia.
"De hecho, nuestro lema es 'caerse está permitido, pero levantarnos es obligatorio'", agrega Diego. De parte de la UCSH les han entregado su apoyo y también recursos. El vicerrector académico, Manuel Pérez, comenta que están muy contentos con el desempeño de estos jóvenes. "Tienen mucha energía y siempre tienen ideas. Nosotros los hemos ayudado en todo lo que está a nuestro alcance y nuestras dependencias están disponibles para sus actividades".
"Nunca habíamos tenido una sociedad científica de kinesiología en nuestra casa de estudios y ellos han sido muy ordenados y proactivos", destaca.