Desde el momento en que supo que Luis Larraín, presidente de Cruzados, ironizó en twitter llamándolo Pepenbauer en medio de un partido de la Selección, José Rojas marcó a fuego el clásico universitario. No quiso responderle públicamente, únicamente lo consideró desubicado, pero juró hablar en la cancha del Nacional.

Y lo hizo. Aprovechándose además de una variante táctica de Martín Lasarte, quien al ubicarlo como lateral izquierdo le abrió una puerta para salir del fondo cuando la jugada lo determinara. Fue quizás el primer guiño del destino para cobrarse revancha en una tarde que terminaría feliz.

"Quería cerrar el capítulo del partido con Colo Colo con una victoria en este clásico. Había muchas cosas en juego. Por suerte sorteamos una dura prueba y seguimos arriba", diría.

Formado junto a la línea de banda, Rojas recordó sus tiempos de niñez para disfrazarse de lateral brasileño y tras sacarse fácilmente a dos rivales en el área, sacó un centro que fue empalmado de manera brillante por Corujo. Golazo de la "U". Dulce venganza para el capitán.

"Siempre trato de hablar en la cancha, nada más. No me preocupo de mi adversario. En el fútbol siempre hay que tener respeto por el rival. Pero sobre todas las cosas, mirarse uno antes que mirar enfrente", arrancó descargándose Rojas, quien aprovechó el momento para reconocer que jamás esperó alguna disculpa pública del directivo cruzado: "Como voy a esperar algo de una persona que escribe por twitter. No se puede aguardar nada. Además, hay cada persona escribiendo detrás de un teléfono o computador y después cara a cara se quedan callado. Esta vez no fue la excepción".