En octubre de 2013 salía el último número de la revista cultural "Espiral" a las calles de la ciudad de San Miguel de Allende, en México. Entre las temáticas abordadas había artículos sobre meditación, la legalización de la marihuana, historias de la zona y arte. "Deseo ceder este espacio que me corresponde a un hombre digno. El discurso histórico de José Mujica en Río de Janeiro", era como comenzaba la columna "carta del editor" que era firmada por Ramón Guerra, director del medio.
Fueron seis números en que plasmó mensajes a sus lectores, incluso algunos contenían poesías, en que daba la bienvenida a una serie de reportajes de diversos colaboradores. Los mismos que hoy se sorprendieron al leer en los periódicos mexicanos que el director de ese medio tenía otro nombre, era uno de los miembros del Frente Patriótico Manuel Rodríguez (FPMR) más buscados en Chile y estaba detenido por el secuestro de una ciudadana franco-estadounidense. Esta fue la incursión en los medios que tuvo Raúl Escobar Poblete, conocido como el "Comandante Emilio", y que hoy da pistas sobre su vida en la ciudad mexicana en que los spas, haciendas, restoranes, hoteles y galerías de arte son parte de sus principales atractivos.
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Portada de la revista Espiral en su edición de enero de 2013.[/caption]
Pero él no trabajaba solo en su aventura periodística. Escobar, conocido en la revista como Ramón Guerra, le encargó las fotografías de los ejemplares a Esteban Solís, un fotógrafo de la zona de origen chileno. Su nombre cobra relevancia, porque, de acuerdo a antecedentes de la investigación mexicana, sería el alias de Ricardo Palma Salamanca, condenado por el crimen de Jaime Guzmán que se fugó en un helicóptero junto a otros tres ex subversivos desde la Cárcel de Alta Seguridad en 1996. "Estamos acostumbrados a escuchar la palabra muerte sólo como la ausencia de vida y eso es un error, existen otros tipos de muerte y precisamos ¡morir todos los días! (...). Yo camino tranquilo y abrazo a la muerte como abrazo a la vida", señala Raúl Escobar en su columna publicada en febrero de 2013.
En otro artículo, publicado en noviembre de 2012, se detalla la historia de una iniciativa de desarrollo comunal indígena sustentable. Esta vez fue firmado por Palma Salamanca bajo el nombre de Esteban Solís. "Te quiero contar lo que he visto a través de mi ventana, antes de que mis ojos se empañaran… Vi a la gente adulta caminar y no mirarse, vi a la gente adulta saludar y no sentir", señala otra de las columnas firmadas por Escobar bajo su alias.
Uno de los colaboradores del medio, Atahualpa Caldera, dijo a La Tercera que Ramón Guerra "era una persona normal. Amigo de mucha gente aquí en San Miguel de Allende. Me invitó a participar en la revista y colaboré con él en unos cuatro o cinco artículos. Luego la revista terminó. Tuvo muy poquitos números".
Agregó que su detención "fue muy impactante. Yo me enteré por un periódico local. Me informé un poco más e inmediatamente empezamos a hablar entre los amigos si alguien sabía algo. Nunca esperamos que Ramón anduviera en esa situación. Cuando uno conoce a las personas, creo que hay que conocerlas un poco más".
"Es él"
Si bien la revista "Espiral" dice estar en el Instituto Allende, en la administración del organismo desconocieron que ésta hubiese operado en sus dependencias. En tanto, fuentes gubernamentales del estado de Guanajuato señalaron que la identidad que habría utilizado Palma Salamanca desde que llegó a México era Esteban Manuel Solís Tamayo. Además, en una de las librerías ubicadas en el Instituto Allende, una propietaria extranjera, y quien no quiso revelar su nombre, dijo conocer a Esteban: "Era moreno y guapo. Lo conocí en un contexto social con otros amigos". Al mostrarle una foto de Palma Salamanca dijo: "Es él".