"Una muy mala idea". De esa forma, Ike Perlmutter, cabeza de Marvel Entertainment, le describió la iniciativa de hacer películas de superhéroes protagonizadas por mujeres al ejecutivo de Sony Michael Lynton, en un correo filtrado en 2015. Citaba tres argumentos: Supergirl (1984), Gatúbela (2004) y Elektra (2005). Sendos fracasos. La visión de Perlmutter era hasta hace poco un secreto a voces en el mundo del entretenimiento: Hollywood está convencido que las películas y las historias centradas sólo en mujeres, sobre todo las superproducciones, no atraen al público.
Un prejuicio histórico que se ha visto derrumbado en la última semana, cuando Mujer Maravilla no sólo tuvo un exitoso debut en la taquilla internacional, recaudando más de US $ 260 millones en una semana -en Chile en siete días vendió 161.622 entradas- lo que evidenció que una película sobre una superheroína podía ser tanto o más exitosa que la de sus pares masculinos, sino también por el hecho de que, a diferencia de los casos apuntados por Perlmutter, la película aquí también está dirigida por una mujer, Patty Jenkins.
Además de acumular elogios de la crítica, los números históricos de Mujer Maravilla la tienen transformada en la película más comentada y analizada de la temporada: tuvo el fin de semana de estreno para una película dirigida por una mujer más exitoso de la historia en Estados Unidos, la superproducción más costosa en la historia en estar a cargo de una mujer, y la primera cinta basada en un personaje femenino de historietas en 12 años.
Super invisibles
Frente a las cámaras, la idea de que las mujeres no funcionan como rostros de franquicias taquilleras ha ido de a poco quedando en el pasado: Crepúsculo y Los Juegos del Hambre recaudaron miles de millones en todo el mundo con mujeres como protagonistas, y hasta Star Wars se reinventó con personajes principales femeninos tanto en El despertar de la fuerza (2015) como en Rogue One (2016).
A pesar de eso, Hollywood ha sido temeroso al momento de confiar en mujeres no sólo como protagonistas, sino que sobre todo como directoras de sus más grandes y costosas películas. Sólo un 7% de las 250 películas más taquilleras en Estados Unidos durante 2016 tuvieron directoras a cargo, cifra que se ha mantenido relativamente estable en los últimos 20 años.
Pero la evidencia apunta a otra realidad. En las pocas oportunidades que han tenido directoras para liderar una superproducción en el cine, hay más de un caso de éxito. En 1998, Impacto profundo, dirigida por Mimi Leder, recaudó cerca de US $ 350 millones, más de cuatro veces su presupuesto; mismo año en que Dr. Doolittle, de Betty Thomas conseguía US $ 294 millones en la taquilla internacional, sobre un costo de $ 70 millones de dólares. En 2008, la primera Crepúsculo, dirigida por Catherine Hardwicke, recaudó US $ 393 millones, más de diez veces su presupuesto; y en 2015, la británica Sam Taylor-Johnson, obtuvo más de US $ 571 millones con 50 Sombras de Grey. Si se consideran películas co-dirigidas por una mujer, no hay que ir muy atrás para encontrar un éxito rotundo: Frozen (2013) de Chris Buck y Jennifer Lee, se transformó en un fenómeno de audiencia, con $ 1.276 millones de ingresos.
"Por muchísimos años, las películas con mujeres directoras y mujeres protagonistas han sido miradas en menos, porque los ejecutivos de Hollywood piensan que no venden. Pero no sólo la Mujer Maravilla, sino que muchas películas antes que han sido exitosas sólo que han roto menos records, demuestran que ese es el pensamiento de dinosaurios culturales", dice a La Tercera la crítica Sara Stewart, colaboradora de publicaciones como el New York Post, Cosmopolitan y Glamour. "Me pone optimista, porque indudablemente esta película está haciendo un montón de dinero, y si Hollywood sabe lo que es bueno para sus ingresos, harán más superproducciones con mujeres tanto delante como detrás de cámaras", agrega.
Mujer Maravilla pareciera ser sólo el inicio. En los próximos años ya hay tres costosos proyectos a cargo de mujeres (ver página 119), y si la película sobre la heroína sigue sumando buenos resultados, el número podría aumentar. La llegada de la primera película de la superheroína más famosa de la historia vino a demostrar que el público estaba listo para las mujeres en este tipo de cintas. Solo falta que Hollywood les preste atención.