La vida continúa. Y más allá de que todavía hay quienes se lamentan por el tiro en el travesaño de Mauricio Pinilla o el penal de Gonzalo Jara remeciendo el palo izquierdo del arco de Julio César, la Selección comienza a escribir desde hoy una nueva página. Ahora llegó el turno de la Copa América 2015.
Aunque aún restan casi nueve meses para el inicio del torneo que se llevará a cabo en Chile, en la Roja asumen que el amistoso de hoy ante México en Santa Clara, California, será el punto de partida de la preparación para un objetivo que se planteó tras la eliminación del Mundial: ganar por primera vez el trofeo continental.
Sampaoli lo entiende así. Y lo dejó en claro desde el primer momento en que dio a conocer la lista para estos amistosos. Salvo el renunciado Jorge Valdivia y Felipe Gutiérrez, lesionado por largo tiempo, el resto es la misma nómina mundialista. El técnico entiende que no hay mucho espacio para pruebas en lo que resta para la Copa América y prefiere consolidar a un grupo que le ha rendido de manera satisfactoria. Además, con pocos partidos en el cuerpo, porque recién arrancan las ligas, no ha tenido tiempo de evaluar nuevos nombres.
Algo muy distinto a lo que ocurre con el rival de hoy. Miguel Herrera, técnico mexicano, prescindió de muchos que estuvieron en el Mundial, como Rafael Márquez y Javier Hernández, entre otros, para darles cabida a jóvenes, pensando en los dos objetivos inmediatos que tiene el Tri: la Copa de Oro y la Copa América. El DT sabe que tendrá que conformar dos planteles para disputar ambos torneos y, por ende, necesita conocer a jugadores en amistosos.
Es tal la confianza que Sampaoli le tiene a este grupo, que muchas veces prescinde de factores como la poca continuidad o la falta de ritmo para las convocatorias.
Lo mismo pasa al definir alineación. Ante México pondría prácticamente al mismo equipo que enfrentó a Brasil el 28 de junio en Belo Horizonte. Así, por ahora, la renovación no aparece en sus planes. El único nombre que irá a la banca será Eduardo Vargas; por su poca continuidad reciente, su tardía puesta a punto y los trámites por su visa de trabajo para llegar al Queens Park Rangers.
En el caso de los eventuales reservas, también apuesta por la experiencia. Por un lado está Fabián Orellana, quien curiosamente en el Mundial no jugó un solo minuto y que casi nunca fue alternativa para el DT para ingresar. Un poco más atrás está Rodrigo Millar, quien ya hace largo rato pasó los 30 años y que vuelve a la Roja tras no superar el corte de los 23 que participaron en la Copa del Mundo.
En el cuerpo técnico reconocen para la Copa América no habría muchas novedades respecto de la nómina de 30 que se entregó en primera instancia a la FIFA antes del Mundial. Sólo nombres como Nicolás Castillo, Esteban Pavez y Gonzalo Espinoza podrían tener alguna chance en el futuro cercano. Sampaoli, sin embargo, entiende que este grupo debería llegar con un rendimiento y preparación óptimos para el torneo continental.
De esta forma, la Selección vuelve a la cancha. Con pocas caras nuevas y con el deseo de enterrar para siempre el recuerdo del Mundial. Sampaoli y los jugadores, en todo caso, saben que la única forma de que eso ocurra es ganando la Copa América. La operación ya está en marcha.