Es día de Eliminatorias y se nota en la gente. No sólo en la calle, como tema de conversación por encima de los debates presidenciales, sino que también en los supermercados y carnicerías, donde las personas tratan de elegir los mejores cortes para compartir el típico asado.

Además, la Selección juega a un buen horario, después de la salida de la jornada laboral y a la hora de prender el carbón para la "previa". Los futboleros saben que esta jornada es clave para acercarse al Mundial por varias razones.

La meta de los 25 puntos 

Uruguay llegó al repechaje pasado con 24 unidades, pero en una Eliminatoria con 10 equipos. La meta sería sumar uno más para estar con tranquilidad en Brasil 2014, aunque como vienen los números, hasta con 24 se puede lograr la ansiada meta.

Para cumplir ese objetivo, a la "Roja" le faltan cuatro encuentros y tres de ellos son en Santiago (el de esta noche, ante Venezuela y Ecuador). Sólo uno queda en el exterior (Colombia).

Por eso, un triunfo ante Bolivia, que no gana un partido oficial de visitante  desde 1993, servirá para llegar a 21 y comenzar a buscar reservas para la próxima Copa del Mundo.

Rivales pelean entre ellos

Además, esta jornada también le pueda dar a la escuadra de Jorge Sampaoli una gran ventaja sobre sus perseguidores en la lucha por el cuarto y último cupo directo a Brasil 2014.

Porque, además de ganarle a Bolivia, los ojos apuntan hacia Barranquilla y Puerto Ordaz. En el Metropolitano, Colombia recibe a Perú y un triunfo local podría dejar a la "Roja" a siete puntos del equipo de Sergio Markarian.

Mientras que en el Cachamay, Venezuela recibe a Uruguay. Un empate entre ellos dejaría a la "Vinotinto" a cuatro unidades y a la "Celeste" (que tiene un partido menos) a siete.

El regreso de Pizarro

Los últimos ensayos de Jorge Sampaoli muestran a David Pizarro en el equipo titular. Después de ocho años, el volante retornará a la Selección.

El DT lo convenció de que volviera, pero en el primer partido mostró, y demostró, que el de Fiorentina venía a ser uno más en el equipo, ya que lo dejó en la banca y ni siquiera lo utilizó en ninguno de los tres cambios. Hoy, y ante un Nacional lleno, será el día esperado. Para Pizarro y para un país que, a la medianoche, podría estar más cerca de Brasil.