A Rodrigo Millar lo esperaban hoy para incorporarse a los entrenamientos de la selección chilena para la Copa América. Sin embargo, durante la tarde de ayer se recibió la noticia de que el jugador del Atlas no tomó el avión y decidió permanecer en Guadalajara.
Lo que no está claro son los motivos de la baja. En Juan Pinto Durán circula la sospecha de que el mediocampista no se presentó debido a su malestar por saberse fuera de la lista definitiva de 23 que ya tendría decidida Jorge Sampaoli. Es decir, algo similar a lo que ocurrió con Fabián Orellana y Pablo Hernández, quienes desistieron de la convocatoria del seleccionador por considerar una ofensa el ser incluidos entre los siete reservas del plantel. Esta versión fue comentada ayer por los jugadores durante la concentración en el campo de entrenamiento e, incluso, el preparador físico Jorge Desio le dijo al plantel que no terminarían ahí las deserciones.
La versión de los cercanos al volante hablan de un problema físico más que de una rebeldía. Aseguran que Millar sufre una pubalgia. Molestia que, sin embargo, no le impidió actuar tanto el jueves como el domingo en la llave ante Chivas por los cuartos de final del Torneo Clausura mexicano, en la que Atlas fue eliminado por un marcador global de 4-1.
La determinación del Chino, que regresará el fin de semana en Chile, sorprendió al cuerpo técnico, que ahora tendrá que tomar alguna determinación con respecto a la nómina final.
Esta situación se asimila, aunque no en las palabras, a la provocada por Orellana y Hernández. "Luego de formar parte del plantel en dos mundiales, de formar parte de la selección durante siete años, y después de una temporada exigente con más de 40 partidos, me pareció fuera de lugar aceptar el rol de eventual sustituto", se justificó el extremo formado en Audax Italiano.
Los dichos de Hernández fueron algo más suaves: "A mí me llamaron y me dijeron que iba a estar en la lista de 30, pero no en la de 23. Si pasaba algo, me iban a llamar (...). Por eso preferí que llamaran a otro chico".