De cierta forma, el camino ya estaba marcado desde antes. No fue una ruta idéntica, pero el triunfo que llevó el domingo a Sebastián Piñera de vuelta a La Moneda se basó en muchas de las características que le dieron la victoria en 2010. Y, geográficamente, el voto se comportó de forma similar.

Una Región Metropolitana levemente más baja que el promedio regional, un fuerte apoyo en lugares como La Araucanía, Los Ríos y Los Lagos y un buen desempeño en Tarapacá, por ejemplo, son elementos casi calcados de la elección previa en que Piñera venció a Eduardo Frei.

Pero las tendencias muestran además algunos triunfos inéditos, con una clave relevante: el rol de las comunas importantes de regiones, como las capitales de las zonas, en levantar la magnitud de la victoria del mandatario electo.

Una revisión a los datos regionales y comunales de la elección hecha por La Tercera muestra detalles llamativos. Algunos confirman análisis como el de la reconstrucción del mapa electoral de 2010, y otros apuntan a nuevos fenómenos que aún se deben analizar.

Comunas fieles

Un elemento que permite entender la victoria es que 48 de las 63 comunas que pasaron de votar por Bachelet en 2006 a hacerlo por Piñera en 2010 volvieron a votar por el ex presidente en la segunda vuelta del domingo.

En este nicho, por ejemplo, se cuentan comunas populosas de la Región Metropolitana como Independencia, La Cisterna y Cerrillos, que tienen alcaldes de la Nueva Mayoría.

Pero el nicho principal son comunas importantes de regiones, las que, en varios casos, no sólo reafirmaron su voto por Piñera de 2010, sino que le dieron un margen todavía más amplio.

El símbolo de este escenario es Concepción, capital del Biobío, donde Piñera logró una ventaja de 13 puntos sobre Alejandro Guillier. Algo relevante para una comuna que está en una zona que históricamente ha sido asociada con la izquierda y que incluso permitió doblajes senatoriales de la Concertación en el pasado.

Otras comunas con un perfil similar son Alto Hospicio, Arica, Osorno, Talcahuano, San Felipe, Puerto Montt, Rancagua y San Fernando. De acuerdo a los análisis de expertos electorales, estas zonas comparten un perfil similar de electores: clase media, principalmente zonas urbanas y un acceso amplio a información.

Cambios en regiones

Sin embargo, Piñera logró otro hito: dio vuelta una serie de comunas relevantes que nunca, desde 1989 a la fecha, habían votado por la derecha en una elección presidencial definitoria.

De norte a sur del país, el fenómeno se dio en capitales regionales como Antofagasta, Copiapó, La Serena y Talca, y en ciudades con amplios bolsones de población, como Calama y Coquimbo.

Esto permite entender por qué Sebastián Piñera logró llevarse cinco regiones en que jamás la derecha había triunfado: el bloque desde la Segunda hasta la Cuarta Región, O'Higgins y el Maule, incentivado por su buen desempeño en esos centros urbanos de población.

Sin embargo, hay un dato llamativo: pese a que sumó más de 200 mil votos en total comparado con 2010, Piñera bajó en su votación en seis de las quince regiones.

La baja fue especialmente sensible en Aysén y Magallanes, el extremo sur, que fueron las únicas dos regiones donde Guillier se impuso.

Pero las alzas importantes en las otras nueve regiones, en especial en la Metropolitana y la zona centro-sur, más que compensaron la diferencia y le permitieron llegar a La Moneda con una votación histórica.