La invasión mutante ha sido más lenta de lo que se esperaba, pero, a 14 años del estreno de su primera película, se trata de un asunto que pretende consolidarse. Si bien es el séptimo filme basado en el cómic de los 80 creado por Chris Claremont y John Byrne, X-Men: días del futuro pasado, la película que se estrena este jueves en salas locales, es la más cara y ambiciosa hasta la fecha. Además, pretende ampliar el universo de la franquicia con nuevos personajes y spinoffs.
Con un presupuesto que supera los US$ 200 millones, la producción de Twentieth Century Fox reúne al elenco de la primera trilogía -Hugh Jackman, Patrick Stewart e Ian McKellen-, con los de la precuela X-Men: primera generación (2011), entre los que están Michael Fassbender y Jennifer Lawrence. Y su debut llega con una tercera parte confirmada, a estrenarse en 2016 bajo el título X-Men: Apocalypse. El dato no es menor, pues la película de 2011 sólo supera en recaudación al debut de la serie, con X-Men, exhibida en 2000.
"Todo el mundo creció sabiendo quiénes eran Capitán América y Hulk, pero no así con los personajes de X-Men. Por eso los llamo el hijo bastardo del universo del cómic", explicó Bryan Singer en una entrevista. El director, que estuvo a cargo de las dos primeras entregas de los filmes, vuelve a ese rol con X-Men: días... .
La movida de Fox, el estudio a cargo de los derechos de este grupo de personajes de Marvel, logra semejanzas con la estrategia de Disney tras comprar esta compañía en 2009, por US$ 4 mil millones. Desde que se realizó la transacción, el universo Disney/Marvel ha apostado por reforzar la marca de Los Vengadores. Así, la serie de películas individuales sobre los integrantes del grupo de héroes se conectaron entre sí, para reunirlos en Los Vengadores (la tercera película más taquillera de la historia).
Alianza estratégica
Es sabido entre los fanáticos de Marvel que la idea siempre es quedarse hasta el final de los créditos, ya que ese tramo incluye una escena que entrega pistas sobre el próximo filme de la serie. Por ello, otro de los pasos estratégicos de Fox fue incluir un adelanto de X-Men: días del futuro pasado en El sorprendente Hombre Araña 2, que debutó en mayo. La movida tomó por sorpresa a los fanáticos de los cómics, pues pensaron en la posibilidad de que los dos universos se pudieran reunir. El problema es que los derechos pertenecen a compañías diferentes.
La similitud con la estrategia de Disney sólo sumó a la mitología, pese a que Marc Webb, director de las películas, tenía un acuerdo con Fox, empresa que negoció con Sony Pictures -dueña de la licencia del superhéroe arácnido-, para darle permiso para filmar la segunda parte de la saga, a cambio del trailer después de la secuencia de títulos.
"Lo que buscamos es que X-Men: días del futuro pasado expanda la audiencia para los X-Men a tal nivel que motive la creación de películas derivadas de este universo", comentó Simon Kinberg, su guionista y productor ejecutivo. Por eso, se realizó una intensa gira promocional por distintas ciudades, llamada X-Men X-Perience, pues el 60% de la audiencia de la nueva trilogía se logró fuera de EE.UU.. Además, la nueva película llega con dos spinoffs: una tercera producción sobre Wolverine para 2017 y la primera sobre Gambito, con Channing Tatum interpretando el personaje.
Otros proyectos todavía sin luz verde en los que está trabajando el estudio serían las películas de Deadpool (personaje que en X-Men orígenes: Wolverine fue interpretado por Ryan Reynolds) y otro de Mystique (Jennifer Lawrence).