En Blanco y Negro no están contentos con el trabajo de Omar Labruna como entrenador de Colo Colo. Por lo mismo, la directiva del "Cacique" pretende despedirlo, aunque aún no hay claridad si el adiós del adiestrador se producirá ahora o en junio, cuando el argentino termina su vínculo con los albos.

De todos modos, ByN le dio un ultimátum al ex técnico de Audax Italiano, ya que si el domingo Colo Colo no derrota a Ñublense, su salida será inmediata.

En caso de que el transandino no complete su vínculo, la concesionaria deberá desembolsar 102 millones de pesos para indemnizar al cuerpo técnico que comanda Labruna y que es completado por su ayudante Carlos Compagnucci y los preparadores físicos Jorge Fleitas y Gustavo Unsalo. El entrenador de arqueros, Marcelo Ramírez, no entra en ese grupo, pues tiene un contrato aparte con el club.

Mensualmente, el staff técnico percibe US$ 72 mil, unos 34 millones de pesos. De ese monto, Labruna recibe $ 20 millones, aproximadamente.

La cifra a pagar por una salida adelantada, aseguran en ByN, es uno de los motivos que argumentan algunos directores para "aguantar" al argentino, pese a que el principal accionista, Aníbal Mosa, es partidario de cesarlo lo antes posible.

"Leonidas Vial es el sostén que tiene Labruna en el directorio y él quiere dejarlo hasta junio. Además de ello, no es partidario de pagarle tal cifra al cuerpo técnico, ya que si bien es un monto inferior a otros despidos, no deja de ser importante", recalca una fuente del directorio albo.

Millonarios finiquitos

Con los $ 102 millones que debería pagarle ByN a Labruna si decide anticipar el término de su contrato, la concesionaria que hoy preside Carlos Tapia sumaría casi US$ 1,4 millones ($ 668 millones) en compensaciones desde que se hizo cargo del club, en 2005.

El primer finiquito que pagó la empresa fue a Ricardo Dabrowski ($ 150 millones). Tras él asumió Claudio Borghi, pero el "Bichi" renunció en marzo de 2008 y lo reemplazó Fernando Astengo, quien recibió $ 20 millones por su despido.

Posteriormente, Marcelo Barticciotto se colocó el buzo, pero al dimitir no tuvo ningún resarcimiento, al igual que el ex seleccionador nacional.

En julio de 2009 asumió Hugo Tocalli, quien renunció en abril de 2010, pero de todos modos, ByN debió pagarle $ 35 millones, tal como estipulaba el contrato. Al ex Quilmes lo sustituyó Diego Cagna, quien en febrero de 2011 puso su cargo a disposición, por lo que sólo se le cancelaron $ 25 millones. Américo Rubén Gallego vino después y en agosto de 2011 fue cesado: se llevó $ 156 millones, cifra sólo superada por el finiquito de Ivo Basay ($ 180 millones), en abril pasado.