Catorce muertes, una violación, escenas de canibalismo y mutilaciones en vivo. Ni el mismísimo Shakespeare Globe, la cuna teatral del dramaturgo británico del que en abril pasado se cumplieron cuatro siglos desde su muerte, ha logrado eludir los efectos de Tito Andrónico, la primera tragedia escrita por el autor de Otelo, en 1592. Tampoco los desmayos, vómitos y hasta el repudio de los espectadores por su visceral contenido ni las segundas lecturas en torno a la venganza y sed de poder.
No obstante, una nueva versión a cargo de la compañía Teatroonirus, dirigida por Horacio Videla, volverá a poner al público masivo a prueba, cuando el 6 de enero sobre el Zócalo de la Municipalidad de Recoleta vuelva a desatarse la sanguinaria venganza del general del ejército romano Tito Andrónico.
Será el montaje número 17 de la agrupación fundada 2007, y con el que celebrarán una década de vida. Videla, quien fue uno de los miembros fundadores del Gran Circo Teatro, la compañía encabezada por Andrés Pérez, y actor del elenco original de La Negra Ester, retomó su trabajo como director en Teatro Provisorio (1987-1997). Diez años después surgió Teatroonirus, "un proyecto que funde diversos lenguajes de cada uno de los grupos anteriores de los que participé", dice el actor y director.
Aunque el grupo también ha presentado piezas en sala, su director cree que han sido sus espectáculos de intervención de espacio público los que más visibilidad le han dado, entre ellos Magia Austral (2008), El país de Jauja (2009) y Altazor, pasajero del destino (2009). "Esta vez apostamos por dar un salto con Tito Andrónico -proyecto financiado por Fondart 2016 y coproducción del Festival Santiago a Mil- por tratarse de uno de los más célebres materiales dramatúrgicos de todos los tiempos y por confrontar el pasado con el presente. De un lado, nos sumamos al aniversario de muerte de Shakespeare, uno de los padres del teatro universal, y del otro, pusimos especial énfasis en la violencia de género hacia las mujeres, un tema particularmente delicado en nuestro país en tiempos actuales", dice Videla.
Esta versión de la tragedia de Shakespeare, a cargo de la dramaturga Carla Zúñiga, de la compañía Teatro La Niña Horrible (Historias de amputación a la hora del té), vuelve a poner al centro al general romano Tito Andrónico, quien será encarnado por Moisés Angulo (Algernón) y a Tamora (Pamela Guzmán), reina de los godos. El acaba de retornar victorioso a Roma tras una guerra contra aquél pueblo en la que perdió a casi todos sus hijos, salvo a cuatro. Sin embargo, trae consigo a cuatro prisioneros, además de Tamora: sus tres hijos y su amante Aarón (Nicolás Fernandois), un hombre negro que representa "la encarnación del mal", según su director.
Quizá en la escena más brutal de la obra, Tito Andrónico mata a los hijos de Tamora y hace un pastel con sus restos. "Me parecía que de por sí el texto tiene un potencial escénico único, y que la gente sabrá enlazar ciertas referencias de la obra con nuestra propia historia. Nos pareció urgente además por el hecho de que la historia transcurre en los últimos años previo a la caída del Imperio Romano, cuando hoy vemos a otros, como el estadounidense, caerse a pedazos", concluye Videla.
Más de 20 actores, tres músicos con la composición de Angela Acuña y un despliegue escénico cargado a lo oscuro realzan el montaje que, tras su debut en Recoleta, llegará el 10 de enero a Pedro Aguirre Cerda, el 14 y 15 a San Joaquín, y el 21 a Peñalolén. Luego, en febrero, saldrá a otros rincones del país, entre los que ya están confirmados San Antonio, Ovalle, Copiapó y La Serena.