Al momento de definir el próximo proyecto de ficción de Mega, la decisión se basó en un factor: como se trataba de un equipo pequeño, lo más práctico era recurrir a la compra de un formato extranjero para adaptarlo. Chico reality está inspirada en Todos contra Juan, comedia con Gastón Pauls como protagonista, que se exhibió en Argentina en 2008. "Nos pareció muy interesante la historia y el tipo de narrativa que tenía. Pero en la adaptación queríamos traer la historia al Chile de hoy, para que sus personajes resonaran con la idiosincrasia chilena", explica Jimena Oto, productora ejecutiva de ficción del canal. De esta forma, la historia mutó de un actor que había sido famoso hace años a un ex chico reality (Fernando Godoy), que a una década de haber obtenido el éxito en uno de estos programas, desea volver a figurar. Su estreno está programado, en un principio, para el primer semestre del próximo año.
Pero Chico reality es sólo el último ejemplo de una tendencia que nuevamente se instaló en la pantalla local: la adaptación de formatos argentinos. Aunque se trata de un fenómeno cíclico -hace unos años se realizaron Lola, Los exitosos Pells y Floribella, por nombrar algunos-, con el aumento en la cantidad de ficción local en la TV abierta, actualmente son cuatro los canales que preparan o tienen al aire series y teleseries importadas de ese país. Esta es además la manera en que la ficción transandina llega a Chile, ya que, debido a, entre otras cosas, que el acento no tiene buena recepción, la emisión de telenovelas listas para exhibirse es prácticamente inexistente.
La compra funciona tanto para adaptar al pie de la letra -como es el caso de El hombre de tu vida , de Canal 13-, o para utilizar la historia original como inspiración, realizándole cambios más o menos sustanciales, como Soltera otra vez, donde poco de la original (Ciega a citas) fue conservado.
El tema no sólo depende de la decisión del canal o el equipo de guionistas una vez que tienen el libreto, sino que las restricciones vienen incorporadas en el momento de la negociación. Y ahí las condiciones dependerán del acuerdo al que puedan llegar las partes. En el caso de la producción protagonizada por Boris Quercia, por ejemplo, su creador, Juan José Campanella, no admitió mayores cambios, por lo que el producto tuvo modificaciones mínimas. Además, en ese caso y como se hace con los formatos de programas de entretención, viajó un productor a supervisar la realización. El precio estándar para adquirir este tipo de producciones es de entre US$ 1.000 y US$ 1.500 por capítulo.
"Socias se compró para adaptar y quedó sólo la idea: estas abogadas que eran amigas y a las cuales se les cruza la vida con el trabajo", cuenta Rodrigo Bastidas, guionista de la telenovela nocturna de TVN, que promedia 14,9 puntos de rating hasta ahora y que está basada en una serie transmitida en 2008. En el caso de la versión chilena, lo que se hizo fue rescatar los elementos que se creía podían funcionar en el mercado local y descartar el resto.
Marcelo Castañón, guionista de Soltera otra vez 1, explica ese caso: "Estuvimos trabajando con el material argentino, pero nos dimos cuenta de que no iba por ahí el camino. Lo que hicimos fue agarrarnos de un concepto central. Si comparas las dos series, lo único que tienen en común es una mujer que está soltera". De hecho, la separación llegó a tanto que la segunda temporada ya no se considera una adaptación.
Otro caso es el de Graduados, de Chilevisión, donde de los 180 capítulos de la original, la señal realizará 140. Hasta el momento, promedian 11,7 unidades de sintonía. "Se trató de una decisión del canal, pero que fue increíble, porque así dejas sólo lo mejor, eliminando personajes o historias de relleno", cuenta Mauricio Bustos, director del proyecto, sobre el recorte apunta.
Con todo, el destino de las adaptaciones ha sido dispar, con éxitos como Soltera otra vez y otros no tanto, como Socias. Pero más allá de los resultados, los canales siguen insistiendo. "Existe una necesidad de realizar producciones para los distintos horarios y es más fácil comprar los derechos y listo. Es una manera de irse a la segura", teoriza Bastidas sobre las razones. Para Castañón, que también trabajó en El hombre de tu vida, el actual posicionamiento de la ficción argentina también se relaciona con la idiosincrasia de ese país: "Mi tesis es que son más libres en términos de creatividad. Tiene que ver con que, en general, saben vender muy bien el capítulo uno de las series de largo aliento", apunta y añade: "La gente cree que es reemplazar el boludo por un garabato, y no es eso, porque lo que uno debe hacer es rescatar cierto espíritu de la serie".
Y la tendencia sigue añadiendo ejemplos. Así, TVN adquirió Dulce amor para adaptarla y transmitirla el próximo año. "La elegimos, primero, porque fue un fenómeno en Argentina. Se veía hasta en las plazas. Y cuando te encuentras con algo así piensas: ¿qué hay acá?", comenta José Miranda, productor ejecutivo de contenidos envasados de la señal pública.