"Aunque parezca imposible, para esta segunda temporada buscamos flojos más flojos", asegura Mariana Hidalgo, productora ejecutiva de La Vega.

El docureality de TVN regresa este domingo a las 22.30 horas, y nuevamente mostrará la vida de personas que tomaron la opción de no estudiar y no trabajar, y ser mantenidos por un tercero. Serán ellos los protagonistas de cada capítulo, al enfrentarse a sacrificadas jornadas laborales en La Vega.

Convocar a los denominados "nini" (ni trabajan ni estudian) es la primera gran labor que tiene el programa conducido por Leo Caprile, porque, explica Hidalgo, "es muy difícil que se quieran levantar y sacarlos de sus camas".

En esta segunda temporada, el espacio que fue creado en conjunto entre TVN y Fábula TV amplió su rango, porque el año pasado los protagonistas tenían entre 18 y 29 años, y ahora habrá hombres y mujeres de hasta 42 años. Y esto mismo, que sean más grandes, suma otra nueva dificultad: son personas más conflictivas y contestatarias.

"Como se trata de gente un poco más extrema, en el sentido que es gente más grande que lleva más tiempo pegado en no hacer nada, obviamente se agudizan los problemas. Son más discutidores, y tienen mayor resistencia a la disciplina", comenta Caprile, que según dicen desde el canal estatal, esta vez estará más duro y más estricto.

Una vez más, los participantes del docureality serán apadrinados por el locatario de La Vega Arturo Guerrero, quien se preocupará de guiar y advertir, de muy cerca, a sus pupilos, y dejarles en claro que deben cumplir con todo lo que se les pide. Si su desempeño es el esperado, al final del día se irán a sus casas con el monto máximo como pago. De lo contrario, no recibirán nada. "Y no basta con solo trabajar, y llegar puntual, también debe haber una buena disposición, una buena actitud, de parte de los participantes", dice Hidalgo.

Es una semana la que cada "nini" está fuera de su casa grabando. Y a diferencia del primer ciclo, en el que se alojaron en hostales, durante ese tiempo, TVN les brindará un departamento, pero éste deberá ser mantenido por el participante de turno, tal como lo haría cualquier adulto responsable.

Pasado un mes, la producción de La Vega se vuelve a reunir con los involucrados para ver cuánto sirvió y cuánto no sirvió la experiencia del programa.

"Siempre está la esperanza de que estas personas recapaciten y se den cuenta de su realidad. Pero el programa milagros no hace. Son adultos responsables y conscientes, pero nosotros llegamos hasta un punto, que es hacerlos vivir esta experiencia, y luego cada uno ve lo que hace con su vida", reflexiona Hidalgo.

El año pasado, La Vega fue uno de los programas más visto de TVN, acumulando un rating promedio de 10,3 puntos.