Desde que el juez Juan Rubilar sobreseyó temporalmente la investigación por la muerte de Jorge Matute Johns, en octubre de 2009, cientos de datos llegaron a la PDI de Concepción con supuesta información sobre la muerte del joven. Sin embargo, luego de cotejar los antecedentes, éstos eran desechados por falta de mérito. Eso, hasta la segunda semana de noviembre de 2013, cuando una serie de testimonios entregados a los efectivos policiales fueron remitidos al ministro de la Corte de Apelaciones de Concepción, Jaime Solís. Con esos antecedentes, el magistrado determinó la última semana de ese mes la reapertura de las indagatorias.

A un mes y medio del reinicio de las pesquisas, el hecho volvió a transformarse en un tema de debate para los habitantes del Biobío. Muchos tienen en el recuerdo las innumerables marchas por el centro de la ciudad, donde los familiares pedían saber qué había pasado con "Coke".

Solís ha ordenado para esta semana dos diligencias que podrían ser fundamentales para esclarecer el fallecimiento de Matute Johns, quien fue visto con vida por última vez el 20 de noviembre de 1999, cuando se encontraba en la desaparecida discoteca La Cucaracha, de Talcahuano.

El primer operativo será la exhumación de las osamentas del fallecido, que fueron encontradas camino a Santa Juana, en febrero de 2004, y que permanecen en el Cementerio Parque San Pedro. El procedimiento será encabezado por expertos del Servicio Médico Legal, quienes trasladarán los restos a Santiago, lugar donde se realizará el análisis que busca determinar las causas de la muerte de Matute Johns.

En tanto, para este martes se espera que el ex sacerdote Andrés San Martín se traslade desde San Fernando para una entrevista con el magistrado Solís. Su declaración se enmarca en los dichos emitidos en 2003, cuando era párroco de la iglesia Buen Pastor de San Pedro de la Paz. En la misa por el cumpleaños 27 de Jorge Matute, indicó ante sus familiares que "Coke" estaba muerto y su cuerpo había sido ocultado. San Martín se negó a dar mayores detalles, debido a que dichos antecedentes -señaló- habían sido revelados bajo el secreto de confesión.

Ante la citación, el ex religioso manifestó respetar el trabajo de la justicia. "Estoy tranquilo y tengo que cumplir, porque es una obligación civil de toda persona. Cómo uno se va a negar si no ha hecho nada", explicó.

El subcomisario de la Brigada de Homicidios de la PDI penquista, Jorge Abatte, indicó que ellos están trabajando desde los primeros días de diciembre en diversos lugares del país. "Nos hemos desplegado principalmente en la Región del Biobío. También hemos realizado diligencias en las regiones V, VI y Metropolitana". El detective, que anteriormente había participado en las indagatorias cuando el caso era encabezado por el comisario (actualmente en retiro) Héctor Arenas Díaz, sostuvo que son cuatro los funcionarios que están realizando los procedimientos, aunque no descartó que se sumen otras brigadas si decretan nuevos peritajes. "Tenemos una orden de investigar, que es la principal que reabre el caso, y otras paralelas para la ubicación de personas. En la actualidad, estamos trabajando en tres órdenes que nos ha pedido el ministro", precisó Abatte.

Hasta el momento, los detectives han entrevistado a cerca de una decena de personas y se espera que la cifra crezca, a medida que se vayan concretando nuevos requerimientos.

Para el entorno de la familia Matute Johns, la reapertura del caso fue una sorpresa y están ilusionados en que, de una vez por todas, se sepa lo que ocurrió con Jorge esa noche de 1999 en la discoteca. El lugar, luego de ser clausurado y abandonado, en la actualidad es un exclusivo gimnasio.

Los cercanos a "Coke" no olvidan. Todos los fines de semana van a dejarle flores a su tumba al Parque San Pedro. En el kilómetro 2,6 del camino a Santa Juana, lugar donde en 2004 fueron encontrados sus restos, camioneros y automovilistas le dejan su recuerdo. Incluso hay placas de favores concedidos. "Si no puedo ir, le pago a una señora para que todos los sábados le ponga un arreglo floral. Que esté sepultado no significa que lo vayamos a olvidar. Eso no pasará", comentó su madre, María Teresa Johns.

La mujer sostuvo que espera cerrar el ciclo para poder vivir el duelo como corresponde. "Estoy esperanzada en que se van a lograr avances en las investigaciones. Confío en el actuar del ministro y pondré todo de mi parte para lo que sea necesario". Añadió que, para ellos, vivir el proceso de exhumación será algo doloroso, pero necesario. "Quiero la verdad", sentenció.

Respecto del papel que podría jugar Andrés San Martín, indicó que "espero que se ponga una mano en el corazón y colabore. El ya no es cura y nos puede ayudar con información para que todos sepamos lo que pasó. A mi hijo lo secuestraron y lo mataron", manifestó.

El abogado de la familia Matute Johns, Fernando Saenger, recordó que entre 1999 y 2004 llegaron a su despacho más de 65 pistas falsas, y durante ese período se encontraron ocho cuerpos que no correspondían a "Coke", luego de que se declararan peritajes en distintas lagunas de la zona. "Es un caso muy difícil, complejísimo. Han declarado más de 600 personas. Hay 38 tomos y una gran cantidad de documentos que se mantuvieron en reserva", dijo.

Durante los años de indagatorias, hubo diversas personas que fueron vinculadas. Una de ellas fue el dueño de La Cucaracha, Bruno Betanzo, quien dejó el rubro nocturno y hoy se dedica a negocios relacionados con la arquitectura y la construcción. Trabaja en distintas zonas del país, principalmente en Antofagasta y Concepción. El médico no quiso referirse a la reapertura del caso. Lo mismo sucedió con su ex pareja y cajera del bar, Carmen Sereño. Un tercer involucrado, Marcelo Ramos, alias "El Oso", dijo que el caso le ha traído muchos problemas, por lo que también declinó dar su opinión.

Respecto de los siete jóvenes procesados por la jueza Flora Sepúlveda, por obstrucción a la justicia, y que posteriormente fueron liberados de todos los cargos, Oscar Araos vive en San Pedro de la Paz, al igual que Federico Homper y Cristián Herrera. Cercanos señalan que no se reúnen. En tanto, Cristián Herrer, Carlos Alarcón, Jorge Bañados y Jaime Rojas dejaron la VIII Región a contar de 2005.

MARIA TERESA JOHNS: "TENGO TODA LA FE PUESTA EN QUE SE SABRA LA VERDAD"

Luego del terremoto de 2010, que afectó a las regiones del centro sur del país, María Teresa Johns dejó su casa de Villa Spring Hill, en San Pedro de la Paz, y volvió a su natal Santiago. Dejar la zona donde su hijo perdió la vida no fue una decisión fácil, pero la enfermedad de su esposo, Jorge Matute Matute, hizo que la mujer de 66 años se trasladara a la Región Metropolitana.

"Le detectaron cáncer linfático ese mismo año y tuvo que quedarse allá para que pudiera recibir el tratamiento. Yo lo acompañé hasta su muerte. Lamentablemente, nunca pudo saber la verdad de lo que pasó con su hijo", comentó la mujer sobre el sindicalista de Enap, quien falleció en agosto del 2011.

En la actualidad, ella vive sola en un departamento. Comenta que se ve seguido con su otro hijo, Alex Matute, y constantemente está acompañada por sus hermanas. "Ellas han sido un pilar fundamental de apoyo en todos estos años. Siempre están donde voy", dijo, agradecida.

Señaló que está tranquila y que espera que se haga justicia. Viaja a Concepción por lo menos una vez al mes para encontrarse con "Coke".

María Teresa Johns indicó que aunque estuvieron separados, Jorge Matute era el padre de sus dos hijos y fue su acompañante en todas las jornadas de búsqueda. "Le prometí que no iba a bajar los brazos hasta que se supiera lo que realmente pasó. Por ellos dos di lo mejor de mí y tengo mi conciencia tranquila por todo lo que yo he pasado. Tengo toda la fe puesta en que se sabrá la verdad", argumentó.

EL JUEZ QUE ENCONTRO LOS RESTOS DE MATUTE

Considerado como una persona cercana y comprometida con las causas que lleva, el ministro de la Corte de Apelaciones de Concepción, Jaime Solís, ha tenido una relación esporádica con la investigación del caso Matute Johns. En el año 2004, cuando el juez que llevaba las diligencias, Juan Rubilar, se encontraba de vacaciones, le asignaron hacerse cargo de las diligencias.

Es así como en febrero, en el kilómetro 2,6 de la Ruta de la Madera, unos trabajadores hallaron unas osamentas, las que, luego de ser analizadas, se comprobó que correspondían a Jorge Matute Johns. "Me miró a la cara y eso lo valoro. Además que siempre ha conseguido avances, por lo que creo mucho en el trabajo que puede realizar. Tengo esperanzas en él", afirmó María Teresa Johns, madre de "Coke".

Casi una década después, desde que decretó la reapertura de las investigaciones, el juez declaró que no va a solicitar dedicación exclusiva, debido a que tiene otras causas pendientes en el tribunal de alzada penquista. Afirmó que solamente lo hará cuando tenga que encabezar diligencias puntuales.

En 1975 partió su trayectoria en el Poder Judicial, como secretario del Tercer Juzgado de Letras de Arica. Además, cumplió funciones como secretario en el Juzgado de Letras de Los Andes, juez de Letras en Nacimiento y Bulnes, en el Tercer Juzgado de Los Angeles y en el Primer Juzgado del Crimen de Concepción. Desde el año 2002 es ministro de la Corte de Apelaciones de Concepción.

EL EX RELIGIOSO QUE SE CASO Y DIRIGE UN COLEGIO 

El ex sacerdote agustino Andrés San Martín encabezó por más de una década las misas de la comuna de San Pedro de la Paz. Recordado por sus fieles como una persona simple y directa, el año 2003 tuvo un evento que cambió su vida para siempre. Al momento de efectuar una ceremonia conmemorativa de Jorge Matute Johns, comentó que "hay pilotes de corrupción y muros de silencio", agregando que Jorge Matute se encuentra muerto y su cuerpo fue ocultado. Los padres de "Coke" le pidieron explicaciones, pero afirmó que él no podía dar detalles porque sería romper el sacramento de la confesión. El hecho le costó una amonestación del entonces arzobispo de Concepción, Antonio Moreno.

Tres años después, tuvo que optar entre el sacerdocio o dirigir un colegio, eligiendo lo último. Así, se trasladó a San Fernando, donde se casó y actualmente encabeza el Colegio Centinela.

Su vida como laico la pasa en una parcela y centra todo su esfuerzo en cuidar a su familia. "Estoy muy tranquilo", comentó. Otra de las aficiones del ex párroco es el club Universidad de Chile. "Veo mucho fútbol y sigo todo lo que pasa con mi equipo. Nos vamos a recuperar", dijo.

Al ser consultado sobre si romperá su secreto de confesión, señaló que "el mundo eclesiástico y el de la justicia no se deben mezclar. Piense que lo mío es solamente una opinión, porque para poder testificar en la justicia hay que tener pruebas, esa es la diferencia". Añadió que tiene un enorme respeto por la familia Matute Johns.