Una semana más que convulsionada ha vivido el fútbol europeo. Como si el ataque explosivo que afectó a la delegación del Borussia Dortmund, y que tuvo al catalán Marc Bartra como principal afectado, también hubo problemas con los barrabravas en Madrid y en Lyon.
Ayer, en la ciudad francesa, se produjeron los incidentes más graves, antes del encuentro del Olympique Lyonnais con el Besiktas, por la ida de los cuartos de final de la Europa League.
Todo se inició, de acuerdo con la versión de varios testigos, cuando un grupo de seguidores turcos lanzó desde las gradas superiores, en la galería sur, varios petardos a los asientos de las filas inferiores, donde se encontraba los integrantes del grupo Lyon 1950, uno de los sectores más radicales de la hinchada anfitriona.
Algunos de esos fanáticos fueron al encuentro de la afición del Besiktas con ánimo de pelea, mientras que otros se lanzaron al campo para huir de los petardos. En esos instantes, hubo pugilatos varios e intercambio de golpes con diversos objetos en las graderías.
Radicales turcos, según añadió el diario L'Équipe, acabaron también bajando al terreno, hasta que intervino la policía antidisturbios, lo que puso fin al altercado.
Poco antes del encuentro, en los alrededores del estadio, se habían registrado peleas igualmente entre aficionados, así como un encontronazo entre los fanáticos turcos con las fuerzas del orden.
El presidente del Lyon, Jean-Michel Aulas, fue uno de los que bajaron al césped para intentar calmar los ánimos, en una cita cuyo inicio, previsto para las 21.05 hora local (19.05 GMT), tuvo que se pospuesto durante 50 minutos.
En Madrid, en tanto, un tribunal condenó a cuatro meses de cárcel a ocho barrabravas del Leicester, arrestados luego de los desmanes perpetrados en la capital española en la previa del choque con Atlético Madrid, el miércoles por la Champions League.
Los condenados por "alterar el orden público" no tendrán que cumplir de forma efectiva la pena, pues el juez les permitió cambiarla por una multa, situación que podría repetirse hoy, cuando sean juzgados otros dos fanáticos del club inglés.
El foco de los desmanes se concentró en Plaza Mayor, en el corazón de la ciudad, donde los fanáticos ingleses chocaron con la policía y fueron dispersados, dejando un saldo de al menos ocho heridos.