La señorita Julia abre temporada teatral en Sala Antonio Varas
<p>La obra protagonizada por Néstor Cantillana se estrena el 12 de marzo en el Teatro Nacional.</p>

Considerada una de las obras maestras de August Strindberg (1849-1912), la vigencia de La señorita Julia no se agota a pesar de haber sido escrita en 1888. Una nueva versión local, protagonizada por Nestor Cantillana, Macarena Teke y Patricia Díaz, así lo comprueba.
En una noche de San Juan, fiesta popular nórdica de locura y desenfreno, la protagonista, una joven aristocrática (Teke), seduce a Jean (Cantillana), un empleado de su casa, en un juego en el que se combinan la provocación sexual, el autoritarismo y la altivez. Strindberg proyecta aquí su propia biografía, marcada por la desigualdad social: fue hijo de la relación entre un burgués y su sirvienta.
Jean duda. Desea a Julia desde niño y aunque es un escalador social, algo de dignidad de clase le queda. Además, piensa casarse con Cristina (Díaz), la cocinera. Julia es otro de los fascinantes roles femeninos del teatro de Strindberg y su destino trágico parece inevitable.
Calificado de misógino, todos los personajes femeninos (amantes, madres o sirvientas) del autor sueco son presentados como tiranas, mujeres castradoras o explotadoras. En la vida personal, sus tres matrimonios terminaron en escandalosos divorcios. Dentro de sus manías persecutorias, acusaba a sus mujeres de lesbianas o feministas y les achacaba gran parte de sus propios males.
EN LA CUNA DE STRINDBERG
En agosto del 2007, los actores Nestor Cantillana, Macarena Teke y Patricia Díaz viajaron a Estocolmo para ensayar la obra junto al director Igor Cantillana, chileno exiliado en Suecia por más de 30 años. Con buen recibimiento de público y crítica, el 27 de octubre pasado estrenaron la obra en el Teatro Real Dramático, Dramaten, la principal sala de la ciudad.
El próximo 12 de marzo será el debut en Santiago, en la sala Antonio Varas del Teatro Nacional.
"Los tres personajes creados por Strindberg se pueden interpretar como diferentes partes del ser del autor que batallaban dentro de él", dice Igor Cantillana. "La obra también coincide con la vida personal de los actores. Macarena y Néstor son pareja y provienen de clases sociales diferentes, en un país donde todavía hay ese tipo de abismos. Strindberg es más actual en Sudamérica hoy en día que en Suecia. Los personajes también se acercan a la historia política reciente chilena. Una burguesa con rasgos aristocráticos que va cayendo en su jerarquía social, se encuentra con un empleado revolucionario que quiere subir porque tiene gustos refinados. Ninguno de los dos encuentra la liberación a sus subordinaciones y sumisiones sociales. El proyecto, la promesa de ambos, fracasa".
Igor Cantillana creó en Estocolmo, junto al actor argentino Hugo Alvarez, la Escuela de Teatro Popular Latinoamericana, en un intento por recuperar las raíces y volver a trabajar en teatro, después de partir al exilio tras el golpe de 1973. En 1979 creó la Compañía Teatro Sandino, que se caracteriza por reflejar el aspecto multiétnico de la sociedad sueca. A la fecha, han realizado más de 30 montajes, y desde 1985 las obras son interpretadas en sueco. Esta es la primera vez que Igor Cantillana dirige un montaje en Chile, tras haber estrenado en Estocolmo este incombustible clásico de Strindberg.
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