Eduardo Vargas fue distinguido por la Federación Internacional de Historia y Estadísticas de Fútbol (IFFHS) como el 17° mejor goleador del mundo, merced principalmente a sus buenas actuaciones con la camiseta de la selección nacional, donde es el goleador de la era de Jorge Sampaoli.
Durante los últimos doce meses, el nacido en Renca anotó siete goles por la Roja, en los 849 minutos que disputó en 12 compromisos. Sin embargo, su rendimiento en clubes hasta ahora se aleja del mínimo esperable para un futbolista de selección y su falta de gol ya inquieta en el cuerpo técnico encabezado por el casildense.
En efecto, desde que el ariete dejó Universidad de Chile, después de consagrarse en la Copa Sudamericana 2011, nunca se reencontró con el nivel que le valió ser considerado como uno de los mejores jugadores del continente.
De hecho, durante 2014 y las dos semanas que han transcurrido de 2015, el formado en Cobreloa, que la primera parte del año defendió los colores del Valencia español y después de la Copa del Mundo los del Queens Park Rangers inglés, ha disputado 42 partidos oficiales y, en los 2.968 minutos que ha estado dentro de la cancha, ha anotado apenas seis tantos. Un gol cada 494 minutos.
Actualmente, el extremo parece contagiado con el mal juego de su equipo británico, que marcha en la penúltima posición de la Premier League, en zona de descenso directo. Además, su entrenador, Harry Redknapp, lo utiliza como volante por el sector derecho, lo que lo aleja del área rival y complica aún más sus posibilidades frente al arco rival.
Mañana (12.00), eso sí, tendrá frente a Manchester United una oportunidad de redención. Como para empezar a tranquilizar un poco a Sampaoli.