El alza de un 9,4% de colisiones provocadas por conductores a velocidad imprudente entre 2015 y 2016, según el último informe de la Comisión Nacional de Seguridad del Tránsito (Conaset), evocó en diversos expertos la urgencia de volver a tener un sistema de fotorradares para frenar el exceso de velocidad.

Este diagnóstico es compartido por el alcalde de La Serena, Roberto Jacob, quien busca reinstalar este sistema en una de las arterias de su comuna donde se producen más accidentes. "Dijimos que lo íbamos a estudiar, pero la ley está detenida en el Congreso, así que pediremos que se agilice para que podamos poner estos fotorradares que serían la solución para que esta gente deje de correr como si fuese una pista de carreras", afirmó.

Las calles del Eje Cisternas son las avenidas que más accidentes generan en la comuna por excesos de velocidad, y son también el lugar donde esperan instalar el sistema de control.

El concejal Luis Aguilera (PC) señaló que "antes en ese lugar había tres lomos de toro. Con el cambio de eje hay más vehículos, se sacaron los lomos de toro y muchos de ellos no respetan la señalética. Es muy peligroso. Por tanto, me parece muy bien que se instalen fotorradares".

Proyecto de ley

Esta discusión se remonta a enero de 2014, cuando el Ministerio de Transportes envió al Congreso un proyecto de ley que crea el Centro Automatizado de Tratamiento de Infracciones (Cati). La iniciativa, inspirada en los modelos francés y español, propone modernizar el antiguo sistema de fotorradares de fines de los 90, que fue eliminado por el uso que hacían los municipios para recaudar fondos a través de las multas.

Su promotor, el ex ministro Pedro Pablo Errázuriz, lamenta que el proyecto esté estancado en la Comisión de Transportes de la Cámara de Diputados. Pero confía en que se volverá a discutir en la mesa legislativa, pues considera que "(el proyecto Cati) es mucho más relevante que el tema de los asientos para los niños".

Para el ex titular, la prioridad de controlar el exceso de velocidad se explica en la cantidad de accidentes y muertes por esta causa: "Incluso, es más importante que la conducción con alcohol".

El proyecto busca que este "centro automatizado" administre de forma central las infracciones. Para ello se instalarían una serie de cámaras debidamente señalizadas para desmarcarse del polémico ex mecanismo.

Para el gerente de Automóvil Club de Chile, Alberto Escobar, "el Cati era un sistema parecido a la Unidad Operativa de Control de Tránsito (UOCT), el cual tenía acceso a las cámaras y empleados. Es decir, había un pequeño crecimiento del Estado, pues era necesario tener un poco más de fiscalización".

Para el diputado Felipe Letelier (PPD), "fue tan fea la situación de los municipios con los fotorradares, que si se pregunta lo más probable es que la gente diga que no los quieren, porque se quedaron con una mala imagen". Agrega que "lo que hay que hacer es legislar, es necesario regular la velocidad".