La Baby Roja marca un hito en Rancagua. Clasificó a una fase final del campeonato Sudamericano luego de 20 años, y como primera del grupo. Un hecho inédito. Venció a Ecuador por 1-0.
La Selección entró más aliviada al partido, aunque con la presión de mejorar su juego, cuestión que lograron desde el inicio. El equipo comenzó más organizado, con un mediocampo bien distribuído y conectado. Los de Caputto dominaban en los primeros minutos del encuentro, de una manera no vista durante sus partidos anteriores. La Roja tenía la posesión del balón ante un rival que sí era un parámetro para medir el nivel de la escuadra. Esto por la capacidad física y técnica de sus jugadores.
"Tranquilo Benja", le gritaba Caputto a Cam, y también al resto del equipo. Ese era la base del equipo de cara a este encuentro.
Oliver Rojas se mostró sereno en el centro de la cancha. A los 21' remató de media distancia, y la pelota se fue elevada por poco. Avisaba Chile y sorprendía a la Tricolor.
Tres minutos más tarde, Oyanedel centró al área, Campos anticipó y generó un desorden en la defensa ecuatoriana. Porozo marcó un autogol y ocasionó el festejo en Rancagua. El resultado era justo.
La Roja siguió con su juego. Los cambios en la alineación daban frutos. Oliver Rojas tomó el control del centro de la cancha, y se transformaba en el reloj del equipo. Sus compañeros más cercanos, Morales y Oyanedel, también cumplían con su función en contención y generación de ataque.
Todo iba bien, pero a los 30' Pedro Campos realizó un pique por el carril izquierdo, y cayó resentido. Un aparente desgarro lo podría marginar del resto del torneo.
La segunda parte comenzó con la Roja entregando más espacios a Ecuador, quienes buscaban provocar situaciones a través de la pelota aérea, pero sin resultados. La defensa chilena, comandada por su capitán Lucas Alarcón, se mantenía bien posicionada sobre el césped, anulando las generaciones de ataque de la Tricolor.
A pesar de las buenas combinaciones en mediocampo de la Roja, Chile fallaba en ataque. Las cualidades físicas de Monroy y compañía anulaban las llegadas de Cam y Gama. Sin embargo, éste último fue fundamental en los 70', cuando el delantero llegó a zona defensiva e impidió en la línea el empate ecuatoriano.
En los últimos minutos, la selección tuvo dos oportunidades para asegurar el triunfo antes del pitazo final, pero careció de delicadeza en el finiquito. La Roja cada vez está más cerca de India.