Con la casi segura aprobación de Santiago como sede de los Juegos Panamericanos de 2023, Chile expondrá por primera vez su proyecto este martes ante la Asamblea General de Odepa. Luego entrará en una nueva fase, en la que probablemente deba negociar algunos complejos aspectos del acuerdo de responsabilidades y obligaciones para la organización del evento, algo que hace cuatro años fue imposible conseguir bajo la presidencia del fallecido Mario Vázquez Raña.

Este contrato es la forma en que la Organización Deportiva Panamericana busca garantizar la realización de la cita, estableciendo millonarias cifras.

El Deportivo accedió a las exigencias que les envió la Odepa a Chile y al resto de los países candidatos a organizar los Panamericanos de 2019, que finalmente albergará Lima. Esos requisitos aparecen como el punto de partida de lo que deberá cumplir el Comité Organizador de Santiago 2023.

Y si bien tras la muerte de Vázquez Raña, quien llevaba 40 años en el cargo, se corrigieron aspectos de la constitución de Odepa que fijan las condiciones para los acuerdos posteriores como éste, la base se mantiene.

Así, el artículo 26.4.7 de la constitución plantea: "El otorgamiento de la sede conllevará además, por parte de la ciudad ganadora, el pago adicional de US$ 250 mil a la Odepa y el compromiso del Comité Organizador con respecto a las asambleas generales y reuniones del Comité Ejecutivo de Odepa, que de acuerdo con esta constitución, deben efectuarse en la sede de los Juegos Panamericanos". Esta suma se agrega a los US$ 50 mil por postular a la organización.

El acuerdo de 2013 también exigía la construcción de una Villa Panamericana para recibir a 8.400 atletas, entrenadores y oficiales. Este recinto y el resto de los estadios y gimnasios que albergarán los Juegos deben estar listos con 90 días de anticipación.

Es por esto que Odepa toma ciertos resguardos. En el caso de 2019 fijó una onerosa fianza de US$ 50 millones, la que "constituirá una garantía de fiel cumplimiento de las obligaciones aceptadas en el presente acuerdo, misma que podrá hacerse efectiva en caso de incumplimiento del presente".

Otra de las cifras ratificadas por la actual administración tiene relación con el 10% del valor neto de los boletos vendidos para las competencias y para las ceremonias de inauguración y clausura. Además, el Comité Organizador deberá depositar 15 días antes de la apertura de los Juegos US$ 50 mil como garantía para la elaboración y entrega de las memorias del evento.

Como si fuera poco, en el protocolo de acuerdo para los Panamericanos de 2019, la entidad exigía al COL el pago del 5% de las ganancias de su programa de comercialización local.

El contrato también tenía un particular punto, el 4.A.40, cuyas líneas sugerían: "El Comité Olímpico de Chile, la ciudad de Santiago de Chile y el gobierno de Chile confirman la oferta expresada en el proceso de candidatura y que aparece en el expediente de candidatura. Además de cumplir las obligaciones previstas en el estatuto y reglamento de los Juegos Panamericanos, la ciudad de Santiago de Chile ofrece el siguiente beneficio: (señalar la oferta adicional de la ciudad)".

Pero sin duda el más polémico de todos los acápites era el que normaba los derechos de transmisión e imagen. "El Comité Olímpico de Chile solicita a Odepa la concesión de los derechos de comercialización de los XVIII Juegos Panamericanos de 2019, única y exclusivamente dentro de su territorio nacional (Chile), respecto de cine y video, televisión abierta y por cable, internet y radio; así como, los de patrocinio e imagen de los Juegos. Por dicha concesión, el Comité Organizador se compromete a pagar a la Odepa la cantidad de US$ 20 millones", sentencia el párrafo, que fijaba el pago en seis cuotas anuales de US$ 3.333.333.

Este ítem fue uno de los más complejos durante el proceso anterior. De hecho, la representación chilena de ese entonces intentó negociar con Vázquez Raña una rebaja del monto. Sin embargo, la negativa del mexicano fue rotunda. "Nos cerró la puerta en la cara cuando se lo pedimos", afirma uno de los presentes en esa cita.

Esta experiencia también motivó a Neven Ilic, presidente del COCh, a sugerir cambios en el enfoque de los derechos televisivos en su programa de candidatura a la testera de la Odepa. No obstante, desde el organismo panamericano, ven poco probable que esa cifra disminuya.

Y en esa línea, esta semana aparece como decisiva, ya que la Odepa tendrá nuevo presidente a partir del miércoles. En caso de ser Ilic, éste ya dijo que se inhabilitará en temas relativos a los Panamericanos, ya que esto generaría un evidente conflicto de interés, pues tendría que negociar consigo mismo el contrato de los Panamericanos de Santiago 2023. Y, en caso de diferencias irreconciliables, las últimas instancias para dirimir serán el Comité Ejecutivo y la Asamblea General de Odepa.