La celebración anual del Foro de Entrenadores de Élite de la UEFA dejó bastante material para discutir al interior del organismo europeo. La cita de estrategos, realizada en Nyon (Suiza), y en la que participó el chileno Manuel Pellegrini junto a otros colegas de renombre, como Alex Ferguson, Pep Guardiola o Arsene Wenger, discutió la posibilidad de introducir nuevas reglas en las competencias de fútbol de la región.

El resultado fue llamativo, y tres medidas destacaron de entre el resto. La primera, con relación a la disparidad de las acciones sancionables por un árbitro, y las opciones de castigo que tiene a la mano. Considerando que muchas veces una tarjeta amarilla es poco severa, mientras que una roja es excesiva, se propuso agregar un nuevo color: la tarjeta naranja. Esta nueva cartulina, a medio camino entre los otros colores, obligaría al jugador a dejar la cancha sólo por un tiempo determinado, de la misma forma que se lleva a cabo en otros deportes, como el rugby o el hockey. La cantidad de minutos fuera de la cancha no se aclaró.

No es la primera vez que se escucha de esta propuesta. En 2009, fue presentada por la Federación de fútbol de Irlanda del Norte a la International Football Association Board (IFAB), organismo de la FIFA que se encarga de regular las reglas del deporte. Sin embargo, no tuvo la acogida esperada. "El naranja es el color de la indecisión", esgrimieron algunos de sus detractores. En definitiva, la modificación no se aceptó y el tema pasó a la historia, sólo para ser desenterrada cinco años después, en la ciudad suiza.

No fue el único tema. En esa, la reunión de los más prestigiosos técnicos del orbe, también se discutió la posibilidad de que las tandas de penales en las llaves con duelos de ida y vuelta se realicen antes del enfrentamiento y no, como sucede ahora, luego de los noventa minutos y tras jugarse una prórroga de media hora más. La idea de fondo es hacer más atractivos estos enfrentamientos a doble partido, y evitar que equipos salgan a "defender un resultado". Así, conociendo el resultado de antemano, los elencos estarán obligados a jugarse el todo por el todo para evitar la condena ya determinada desde los doce pasos.

Por último, la UEFA estudiará la posibilidad de ampliar las bancas de suplentes a once jugadores, con el objetivo de evitar los descartes de jugadores.

Si bien no se trata de otra cosa que un foro de discusión previo para valorar nuevas innovaciones, es precisamente en este tipo de encuentros que nacen las ideas que años después se aplican en el fútbol. Sin ir más lejos, los dos jueces de línea extras, ubicados en las áreas y que ya se ven en competencias europeas, fue propuesta inicialmente en una instancia similar.