El helio es el segundo elemento más ligero del Universo, tiene el menor punto de ebullición de todos los gases y sólo puede ser solidificado bajo una gran presión.

Pero también es un recurso no renovable y las reservas de la Tierra de este gas inerte, el más comúnmente utilizado en el mundo, se están agotando, lo cual podría tener importantes repercusiones.

El helio se utiliza, entre otras cosas, en criogenia y en la refrigeración de imanes superconductores. Su aplicación más importante quizás son los escáneres de imágenes de resonancia magnética (MRI, por sus siglas en inglés) de los hospitales, que se enfrían con el gas.

En forma líquida, el helio se usa para el enfriamiento de detectores infrarrojos y reactores nucleares.

Y también se emplea para inflar dirigibles y en los monitores para detectar radiación en actividades antiterroristas. Además, la agencia espacial estadounidense, NASA, utiliza cantidades enormes de helio para limpiar sus cohetes de desechos de combustible potencialmente explosivos.

CAMBIO DE POLITICAS
Tal como dijo a la BBC Robert Richardson, premio Nobel de Física y profesor de la Universidad de Cornell, en Nueva York, es necesario revisar las políticas actuales sobre este gas, dejar de venderlo a un precio tan bajo y comenzar a reciclarlo para evitar que se agoten sus reservas.

"Parece que Dios no quiso crear mucho helio y lo único que queda de este gas en la Tierra está en la desintegración radioactiva natural de las rocas", explica el científico.

Actualmente, cerca de 80% de las reservas mundiales de helio están en Amarillo, Texas. Pero una ley impulsada por el gobierno estadounidense en 1996 dictaminó que estas reservas deberán venderse para 2015.

El profesor Richardson coordinó una investigación del Consejo Nacional de Investigaciones de la Academia Nacional de Ciencias de Estados Unidos sobre el estado de las reservas de helio.

El estudio encontró que las reservas actuales del gas se están usando mucho más rápido de lo que el elemento se puede extraer.

El helio se produce en los procesos de fusión nuclear del Sol. Pero en la Tierra, como no hay forma de fabricarlo de forma artificial y se genera sólo con la desintegración radiactiva de las rocas, sólo puede obtenerse como un subproducto de la extracción de gas natural.

Por eso, los expertos están proponiendo que los usuarios de helio capturen y reciclen el gas y que las compañías de petróleo y gas natural también empleen técnicas de captura de helio al extraer esos productos.

RECICLAJE

"El principal problema -dice el profesor Richardson- es que es helio se vende muy barato".

"La Tierra tiene 4.700 millones de años y ha tomado mucho tiempo acumular nuestras reservas actuales de helio. Sin embargo, el Congreso estadounidense decidió vender todas sus reservas estratégicas en 1996 y la consecuencia fue que el mercado se ha visto inundado de helio barato porque su precio no está determinado".

Ahora, el informe del Consejo Nacional de Investigaciones está recomendando que el gobierno estadounidense revise y reconsidere esta política de vender las reservas de helio.

"Si el helio fuera más costoso, sería económicamente rentable recuperarlo y reciclarlo para usarlo en laboratorios en todo el mundo", explica el profesor Richardson.

El investigador cree que, por ejemplo, un globo de fiesta de cumpleaños inflado con helio debería costar unos US$100 para reflejar el verdadero valor del gas que contiene.

"Pero esta política tonta del gobierno estadounidense está alentando la venta barata de la reserva estratégica de helio, que contiene el 80% de las reservas del gas en el mundo".

"Es hora de que tratemos al helio como el gas preciado que es", concluye el investigador.

USOS DEL HELIO

  • Dirigibles y globos. Como el helio es más ligero que el aire, ofrece elevación.
  • Escáneres y colisionadores. Su bajo punto de ebullición lo hace útil para el enfriamento de metales necesarios para la superconductividad, tanto en los escáneres médicos como en colisionadores de hadrones.
  • Buceo de mar profundo. Los submarinistas usan una mezcla de helio, oxígeno y nitrógeno para respirar bajo el agua.
  • Cohetes. Además de limpiar motores de cohetes, se usa para presurizar el interior de los tanques de combustible líquido y condensar hidrógeno y oxígeno para fabricar combustible espacial.
  • Datación. El gas se usa para calcular la edad de rocas y minerales que contienen uranio y torio, al medir su retención de helio.