La tortuga de 183 años que se salvó de morir
Un cambio en la dieta de Jonathan, una tortuga gigante de Seychelles, le permite mantener el cetro del animal terrestre más viejo de la Tierra.

Las tortugas gigantes son impresionantes reptiles. Su cuello es tan largo, que lo pueden expandir casi un metro, lo que les permite alcanzar las ramas bajas de los árboles.
Pero una de sus características más asombrosas es su longevidad. Se estima que las distintas variedades de la especie pueden vivir más de 200 años. Y hay una, que probadamente ya tiene 183 años.
Jonathan es una tortuga gigante de Seychelles (Dipsochelys hololissa), que se cree es el animal terrestre vivo más viejo del mundo. Su hogar está en la Casa de las Plantaciones (Plantation House en inglés) la residencia oficial del Gobernador de Santa Elena, isla ubicada al sur del océano Atlántico, a casi a unos 2.800 kilómetros de la costa occidental de Angola en África.
Debido a su avanzada edad, el ejemplar sufre de cataratas y tiene muy poco sentido del olfato. Tanto así que sus cuidadores temían que estaba muy cerca de morir.
Para salvarla, Joe Hollis, el veterinario que la cuida, decidió realizar un radical cambio en su estilo de vida. Para ello, modificó su dieta por una más saludable y alta en calorías. Su menú se complementó con zanahorias, plátanos, manzanas, guayabas y lechuga, lo que le ha permitido ganar peso y estar más activa.
Hollis explicó que Jonathan probablemente estaba sufriendo de una microdeficiencia de vitaminas, minerales y oligoelementos. Afirma que con esta nueva dieta, muy probablemente el animal supere los 200 años.
Origen
Jonathan llegó a la isla proveniente de la isla de las Seychelles en 1882, junto con otras tres tortugas de su especie. A su llegada, el ejemplar ya tenía unos 50 años.
Su edad se calculó a partir de una fotografía en la que aparecía junto a un soldado de la Guerra Boer aproximadamente en torno al año 1900. El 5 de diciembre de 2008, el diario británico Daily Mail publicó un artículo en el que reafirmó que la tortuga que aparecía en a foto era Jonathan, lo que le permitió ostentar hasta hoy el título del animal más viejo de la Tierra.
La moneda de 5 céntimos de Santa Elena tiene a Jonathan en su reverso.
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