El lunes se cumplirán 10 meses de la tragedia de Tomé, donde una micro que transportaba a hinchas de O'Higgins, luego de un partido entre el cuadro celeste y Huachipato, se desbarrancó en la cuesta Caracol, en la Octava Región.
El accidente terminó con 16 hinchas fallecidos. Hoy, dos de ellos, Nicolás Osorio e Ignacio Jerez, estarían de cumpleaños, por lo que esta mañana se realizará una misa en su honor. Luego, los simpatizantes celestes viajarán hasta Talca, donde O'Higgins visitará a Rangers con la posibilidad de alcanzar el primer campeonato de su historia.
En la caravana a la capital de la VII Región irá Paulina Silva (18), una de las sobrevivientes de la tragedia de Tomé. "Sólo tengo imágenes de lo que pasó. Me acuerdo de cuando nos volcamos y luego de cuando la paramédico me pedía que no me durmiera. Desperté en el hospital y ahí me dijeron 'tuviste un accidente y tus amigos están bien'. Me mintieron. A la semana supe que muchos habían fallecido, los conocía a casi todos".
El jueves, junto a otros dos sobrevivientes del fatídico accidente, llegaron hasta El Monasterio. En el complejo de Requínoa compartieron con el plantel celeste, con quienes recordaron la terrible noche de febrero.
Xiomara López (23) reconoce que gran parte de este año estuvo alejada de O'Higgins. No es algo sencillo de admitir. Es hincha del equipo desde niña, pero la muerte de su mejor amiga, Arleth Candia, también fanática del club, la distanció del equipo rancagüino.
La última vez que estuvo con Arleth fue la madrugada del 9 de febrero. "Estuve consciente durante todo el accidente, incluso llegué a contar las vueltas que el bus se dio, fueron siete. Traté de salvar a Arleth, pero no pude, fue la única mujer que falleció", confiesa.
"Nunca he podido aceptar su muerte, me siento culpable. Llevo meses en el sicólogo y aún siento a Arleth", asegura. Luego de la tragedia, la joven no volvió a ver los partidos de O'Higgins, pero se sintió con la obligación de regresar hoy al estadio para cerrar un ciclo: "Es necesario, la ocasión así lo amerita".
Guillermo Fernández (21) se siente más afortunado. Un golpe en la cabeza le impidió estar consciente mientras el bus rodaba y caía por el barranco; despertó cinco días después en Rancagua. "Ahí me dijeron que habían fallecido los tres amigos con los que viajé. Pero yo los conocía a todos, a los 16, incluso al chofer", explica.
"Este fue un año cargado de emociones. Lo empezamos mal y podemos terminar campeones. Los chiquillos hubiesen querido ver esto", acota Silva.
César Fuentes, el juvenil volante de los celestes, sostiene que "si somos campeones, sería un título especial, por lo que fallecieron y por los hinchas que nos acompañan a todas partes".
Su compañero en el mediocampo Claudio Meneses añade que "nunca había podido compartir con los sobrevivientes, pero me pone feliz verlos recuperados. El sábado (hoy) tenemos que salir a ganar por ellos. Sería un título muy emotivo".