Héctor Tapia celebró los goles de sus jugadores como si el partido ante Palestino se hubiese tratado de una final. Más allá de la alegría obvia que le provocaron las anotaciones de Emiliano Vecchio, Jean Beausejour y Esteban Pavez, el técnico celebraba algo adicional. De alguna u otra  forma, el 3-1 sobre los árabes era un tapaboca a las críticas que el presidente de Blanco y Negro, Arturo Salah, realizó en La Tercera sobre el juego del equipo.

Los efusivos abrazos de Tito con su ayudante técnico Miguel Riffo llamaron la atención en el estadio Elías Figueroa de Valparaíso. Quedó claro que no era sólo un partido más, en la lucha por el título, para la dupla que conquistó la anhelada estrella 30 del Cacique. Eran goles que servían para seguir defendiendo férreamente  un estilo de juego, el que sintieron que fue atacado por el timonel de la sociedad anónima; era una victoria para aquellos que "quieren que nos caigamos", como le han confidenciado a su círculo íntimo.

Sin duda fue un partido con mucha carga emocional para el cuerpo técnico albo, luego de una semana llena de tensiones, debido al impasse con el timonel de la sociedad anónima. De ahí nace el expresivo desahogo de ambos jóvenes entrenadores en la Quinta Región.

La molestia de Tapia y Riffo persiste por las alusiones públicas que les hizo el mandamás. Por lo mismo, Tapia aprovechó los micrófonos, luego de la victoria ante el equipo de Pablo Guede, para ironizar con los dichos del presidente de ByN, que ayer estuvo presente en Valparaíso. "Hoy (ayer) ganamos, lo que quiere decir que el rival no creció", disparó, sin tapujos, el adiestrador. El lunes pasado, Salah aseguró en estas páginas que "hay momentos en que Colo Colo siente el partido asegurado y deja crecer al rival".

"Ganamos e hicimos un buen partido. Nos metimos atrás obligados, pero igualmente salimos jugando y mostramos una gran jerarquía pese a toda la presión que puso Palestino. Es lo que más satisfecho me deja. La respuesta a si dejamos crecer al rival o no creo que la da el resultado", prosiguió el DT.

Al igual que hace unos días, volvió a defender sus logros y su trabajo en Pedreros: "Somos el equipo más goleador y, cuando eso pasa, ser el que recibe menos goles es difícil. Y lo somos. Me voy muy contento y feliz porque tengo un plantel completo y por haber ganado de esta forma, con un hombre menos".

Como sea, el distanciamiento con Salah sigue manifiesto. Tras el término del partido, el timonel se trasladó desde el palco VIP hacia el camarín albo, junto al gerente general, Alejandro Paul, y el vicepresidente de ByN y máximo accionista, Aníbal Mosa. Eso sí, no cruzó palabras con el técnico, aunque sí felicitó al plantel, que en la previa le dio apoyo irrestricto a su DT.

En el viaje de regreso, Tapia tuvo una larga conversación con el puertomontino, prácticamente, su gran y único sostén en el directorio. Por lo mismo, el empresario de origen sirio busca que la relación de Tapia y Salah no empeore y su continuidad no esté en riesgo en Macul, donde pese a los triunfos, no reina la calma.