La triple apuesta de Evo Morales para las elecciones
El presidente boliviano, quien el domingo enfrentará su segunda reelección, pretende imponerse con el 74% de los votos (20 puntos más que en 2005), ganar por primera vez en las nueve regiones del país y ampliar la mayoría en el Congreso. En estos comicios hay mucho en juego.
Su meta es clara. Y así se lo dijo a sus seguidores, durante el cierre de su campaña la tarde del miércoles, en la ciudad de El Alto, su máximo bastión político. "¡El domingo vamos a ganar con amplia mayoría. Esta vez vamos a ganar en los nueve departamentos, va a ser un 'masazo' al imperio!", afirmó Evo Morales, quien pretende obtener su segunda reelección con nada menos que el 74%. Pero en los comicios en Bolivia hay mucho más en juego.
El presidente boliviano quiere ganar las elecciones con 10 puntos más respecto de su primera reelección (en 2009 logró un 64%) y 20 puntos más que su elección de 2005 (54%). No obstante, la apuesta de Morales es aún más ambiciosa, ya que quiere imponerse en los bastiones de la oposición, en la llamada "Media Luna", compuesta por las regiones de Santa Cruz, Beni, Pando y Tarija.
Las encuestas le dan a Morales un 59% de intención de voto, seguido de sus rivales tradicionales: el empresario Samuel Doria Medina (14%) y el ex Presidente Jorge "Tuto" Quiroga (9%). "Ya no habrá Media Luna en Bolivia, tendremos Luna Llena", ha repetido un entusiasta Morales, cuya apuesta es triple, ya que espera también lograr el control total del Congreso, donde el oficialista Movimiento al Socialismo (MAS) pretende conquistar dos tercios.
Los sondeos proyectan que de los 36 escaños del Senado, el oficialismo podría obtener 28, dos más que la cifra actual, lo que le otorga un 77% del total. A su vez, en la Cámara Baja, las fuerzas de Morales podrían lograr 90 diputados, dos más que lo que poseen ahora. Dirigentes del MAS no han ocultado su deseo de cambiar la Constitución para que Morales pueda reelegirse indefinidamente, tal como ocurrió en su momento con Hugo Chávez. Además, están en los planes una reforma al sistema judicial y un mecanismo autonómico para las regiones.
"La meta, para mí, es ganar con el 74%. Cada elección debemos aumentar en 10%", dijo Morales en 2013. De resultar reelecto, el mandatario gobernará hasta 2020, completando 14 años en el poder, dos años más que Víctor Paz Estenssoro (1952-1956/1960-1964/1985-1989), cuya revolución de 1952 fue muy similar al proceso del ex líder cocalero: problemas con Chile, nacionalización de la minería, cambios en la Constitución y reformas estructurales.
Morales, de 54 años, también ha dicho que si bien le gustaría trabajar de mesero en un restaurante, al mismo tiempo ha señalado que le preocupa la falta de un claro sucesor. Esto ha sido interpretado como un deseo oculto del presidente de prolongar aún más su permanencia en el gobierno, por lo que la oposición lo ha acusado de autoritario.
De no obtener el 50%, el gobernante tiene asegurada su elección en primera vuelta, ya que una nueva disposición le permite ganar con un 40% y una diferencia de al menos 10 puntos con su competidor más próximo.
DISPUTA CON CHILE
El jefe de Estado boliviano llega a estas elecciones impulsado por un sostenido crecimiento económico. "Vamos bien", reza su eslogan de campaña. Para este año se proyecta una expansión de 5,2%, la mayor de Sudamérica. Según cifras del gobierno, la economía boliviana llegará a US$ 32 mil millones en 2014. Para 2020 se espera que alcance los US$ 100 mil millones.
Tal ha sido el auge, que Morales se ha vanagloriado diciendo que tres países de la región le pidieron préstamos a Bolivia, un escenario impensado a comienzos de siglo. Así, si el primer paso fue la nacionalización de los hidrocarburos, ahora la idea es darle un valor agregado, e industrializar el gas natural y potenciar la industria petroquímica.
Los planes en ese sentido son convertir a Bolivia en una potencia energética, apostar por el litio e invertir en conocimiento y educación, además de la postergada industrialización para no depender tanto del gas. El valor total de los proyectos industriales para el próximo período presidencial (2015-2020) es de US$ 6.500 millones.
La demanda que Bolivia presentó contra Chile en La Haya, en 2013, también ha sido materia de debate en la campaña. De hecho, la memoria boliviana se presentó en abril pasado. Los analistas estiman que con la controversia marítima -tema siempre agitado por los presidentes bolivianos- Morales logró un clima de consenso político a su favor.
De hecho, sus antiguos enemigos políticos trabajan codo a codo con el presidente en este tema: el ex Presidente Carlos Mesa, como vocero de la demanda boliviana, y el ex mandatario Eduardo Rodríguez, como agente de Bolivia en La Haya.
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