La continuidad de Lasarte en la U se ha convertido en un enigma y también en un culebrón. Una semana se da por imposible su continuidad y a la siguiente se da por segura. Ahora, vuelve a estar más cerca el no. Tanto, que el club universitario ya maneja un plan B y negocia con candidatos para sentarse en su banquillo. El primero, Matías Almeyda, el DT del Banfield.

Lasarte no está dispuesto a aceptar las condiciones que le impuso Sabino Aguad, el gerente general del club: disolver su cuerpo técnico y acatar la llegada de una serie de refuerzos. Machete no quiso ayer entrar en la disputa. Descartó mantener un conflicto con el ex dirigente de Palestino, pero adelantó que no está dispuesto a ceder en su plan de trabajo: "Hay mil cosas que tenemos que resolver para decidir si continuamos. Hay cosas elásticas y otras no".

La negativa de Lasarte a remover a sus escuderos, Rodolfo Neme, ayudante, y Marcelo Tulbovitz, preparador físico, ha obligado a Aguad a actuar. Si bien la intención del directorio es que Machete continúe, la negativa a las condiciones complica el panorama.

Así que Almeyda aparece en el horizonte. El DT de Banfield destacó como futbolista en River Plate, y, en 2005, estuvo cerca de aterrizar en la U, avalado por su ex compañero del Lazio Marcelo Salas, pero no se llegó a un acuerdo económico. En contacto con La Tercera, Almeyda no quiso confirmar ayer los acercamientos actuales, pero reconoció que le seduce la posibilidad: "Soy técnico de Banfield y tengo la mente puesta en él. Hasta que no exista una oferta no puedo decir nada, pero no niego que es un halago que se escuche mi nombre en un equipo importante. Es un gran equipo a nivel sudamericano y sería lindo si se da la oportunidad. Pero no sé nada".

"Tengo contrato en Banfield hasta diciembre", añadió el técnico, "pero tengo una excelente relación con el presidente. Siempre que algo sea para mejorar se puede conversar, pero quiero dejar en claro que tengo en mente, en este momento, sólo a Banfield".

Martín Lasarte quiere seguir en la U, pero, con el pasar de los días, su estadía se ve cada vez más lejana.