Que Iquique cediera su localía y que se acercara a la zona de influencia del rival, que no contara con Manuel Villalobos y que también estuviera pendiente de su debut en la Copa Sudamericana, el martes ante Universitario de Sucre, hizo que muchos creyeran que la U seguía con vía libre hacia el título. El 2-2 en el Elías Figueroa dejó en claro que todavía no es tiempo de anticipar resultado ni conclusiones.
Los nortinos les mostraron a los azules que ese cartel de favoritos que todos le cargan y que inevitablemente debe asumir les costará sudor de aquí en adelante. Que ni siquiera ponerse en ventaja temprano es garantía de una victoria.
El gol de Ramón Fernández, a los tres minutos, hacía creer que el puntero tendría una jornada tranquila en Valparaíso, distante 1.700 kilómetros de la verdadera localía de los Dragones.
Y sí, los primeros minutos de los iquiqueños fueron fatales. Complicados en la salida y permitiendo los avances de la salida, parecía que el presagio que traía el 1-0 podían cumplirse.
Pero Héctor Pinto no demoró mucho en ordenar a los suyos. Afirmó el costado derecho y comenzó a explotar el izquierdo de la U, el más débil que ha mostrado en este inicio de campaña.
Por ese costado salió el tiro en libertad de Rodrigo Díaz que encontró a Rafael Caroca sin marca en el centro del área. Su cabezazo, además, contó con la complicidad de la débil resistencia que opuso Johnny Herrera.
De ahí en adelante, fue un partido de fuerzas parejas, sin mucha claridad ni profundidad. Los creativos azules (Espinoza, Fernández y Canales) sucumbían frente al férreo trabajo en la contención de Caroca, Mauricio Yedro y Fernando Lazcano, que mantenían el peligro lejos de Brayan Cortés.
Al no sufrir demasiado en su área, Iquique, que llegaba al encuentro penúltimo con apenas dos empates en el torneo y un nivel por debajo del que se espera para un conjunto que participará en Copa Sudamericana, ganaba en confianza para la ofensiva. No asustaba tampoco a Herrera, pero se atrevía a tener la pelota y rotarla en busca del arco contrario.
Cristián Suárez es la pieza que todavía no cuaja en la oncena titular de Martín Lasarte y se hizo un flojo favor al sujetar a Mauricio Zentena en el área y generar el penal que el Rengo Díaz sirvió para poner en ventaja a los celestes.
Entonces, cuando el conjunto no funciona, las individualidades son las que pueden cambiar el rumbo de un equipo. Y la U tiene a Canales.
El Mágico, maniatado y bien marcado, que unos instantes antes había puesto un tiro libre en el vertical, se soltó de su marca y aprovechó la mala salida de Cortés para empatar a los 73 minutos.
La conquista animaba un nuevo envión de los azules, claro que en un descuido bien pudieron caer en desventaja nuevamente. Un despeje corto de Herrera no fue bien aprovechado por Francisco Castro (a préstamo desde la U), quien elevó con todo el arco a su merced.
Los azules se arrimaron sobre Cortés (un cabezazo de Ubilla pudo darles la victoria), pero Iquique también pudo ganarlo (Yedro obligó a una gran tapada de Herrera).
En su partido más duro hasta acá, el líder rescató un punto que debe valorar. Y del que también tiene que sacar lecciones. Nadie en el plantel se creía eso de que ya eran los dueños de la corona, esta fue una confirmación de eso.