Peor inicio de campeonato no pudo imaginar Martín Lasarte. Universidad de Chile, el vigente campeón, sumó su segunda derrota consecutiva en el torneo y continúa mostrando la peor cara desde que llegó el charrúa al banquillo.

Hoy, en otra opaca presentación, cayó ante Antofagasta por 3-1 y quedó a ocho puntos del líder Universidad de Concepción, con cuatro fechas disputadas.

Pero más allá de lo estadístico, lo preocupante es hacia el futuro, con la Copa Libertadores a dos semanas de arrancar. Allí, donde quiere poner todas las fichas, el cuadro azul no parece estar todavía calibrado para dar pelea.

Desde el inicio, comenzó mal el campeón. La U tardó en arrancar en el partido. Como ha sido la tónica en este arranque del Clausura, el cuadro azul parece estar viviendo aún la resaca post título. Sin ese vértigo que tuvo el equipo por largos pasajes del torneo anterior, esta versión 2015 luce todavía predecible, sin cambio de ritmo en los últimos metros y fundamentalmente carente de desequilibrio individual.

Toma forma en cierto modo la molestia de Lasarte tras la venta de Patricio Rubio, sin duda el delantero más en forma del equipo. Ni Leandro Benegas ni Enzo Gutiérrez, lucen credenciales apropiadas para hacer olvidar al hoy atacante de los Gallos Blancos. Y Sebastián Ubilla y Gustavo Canales, todavía deben agarrar forma futbolística tras sus largas ausencias.

Entonces, con esas ventajas que dio la U sobre todo en el primer tiempo, Antofagasta no tuvo mayores problemas defensivos. Con una bien parada última línea, el cuadro nortino se lar arregló para detener los tibios avances del local. Salvo algunos arrestos individuales de Gutiérrez y Benegas, lo cierto es que mucho más no tuvo la U en ataque.

Tan a la medida estaba el partido para Antofagasta, que de pronto se dio cuenta que también podía inquietar a Johnny Herrera. Y así, en un balón recuperado tras una mala salida del fondo de la U, Marcos Bolados le ganó la espalda a José Rojas y con un remate cruzado venció al portero azul.

Un premio quizás excesivo para la visita por lo poco que había mostrado en ataque, pero justo castigo para la displicencia futbolística del campeón chileno.

Cambios

Martín Lasarte tomó nota de los problemas de ataque del equipo y en el segundo tiempo, antes del cuarto de hora, hizo ingresar a Gustavo Canales y Ramón Fernández. La idea del uruguayo era sumar un segundo volante creativo, además de poner un nuevo referente de área.

Antofagasta, fiel a su libreto, acumulaba hombres cerca de su área, pero sin olvidarse del arco rival. De hecho, tuvo las dos primeras chances de gol del lapso final. A esa altura, los problemas en el fondo de la U se multiplicaban y el nerviosismo se apoderaba de todos en el Nacional.

Los cambios de Lasarte no cambiaron mucho el panorama del ataque de la U. No había ni desequilibrio individual, salvo algún pasaje de Sebastián Ubilla, ni tampoco pequeñas sociedades que lograran desestabilizar el férreo bloque del fondo nortino.

Pero tanto problema de generación de juego lo resolvió Mathias Corujo con un derechazo desde fuera del área que se le clavó en el ángulo al portero nortino. Se pensó que ese golazo remecería al equipo. Pero sólo sería un espejimo.

Minutos después, un pivoteo de Malán dejó libre a Ronald González, quien vio mal ubicado a Johnny Herrera y le clavó un zurdazo. Ya no habría ni tiempo de reacción para los azules, que más encima sobre el final vieron como la visita cerraba el partido con un certero contragolpes que finiquitaba Luis Cabrera.