El resultado era predecible. La forma, no. Universidad de Chile clasificó a cuartos de final de la Copa Chile al vencer por 1-0 a Audax Italiano, en una llave que parecía sentenciada ya desde el partido de ida, cuando los azules se impusieron por un claro 3-0 en La Florida.
El paso, sin embargo, fue mucho menos cómodo que lo esperado, en parte por la ausencia de los seleccionados Herrera, Jara y Beausejour, además de la baja de Mauricio Pinilla, por una molestia experimentada en el entrenamiento del viernes (aunque llegó al estadio, para alegría de los niños e hinchas que le pidieron fotos).
Lo malo para los 16 mil espectadores que llegaron al Nacional fue la pobreza del espectáculo, característica acrecentada por el prematuro tanto de Isaac Díaz, convertido a los cinco minutos.
A partir de ese momento quedó en claro que los audinos tenían escasos argumentos que oponer, aparte de enfrentar el efecto que implica tratar de volcar una llave que estaba 0-4 para ellos en esos instantes.
Los floridanos no contaban con un lanzador que aprovechara, por ejemplo, la velocidad de Sergio Santos, uno de los pocos visitantes que mostraba alguna intención de reescribir la historia. A veces, Bryan Carrasco lo intentaba, pero con escaso éxito.
Por el lado estudiantil, no había premura y se notaba, pues el equipo privilegiaba el control por sobre dinamismo, pese a que Sebastián Ubilla evidencia entusiasmo en los pocos ataques en los que tuvo espacio para correr.
A la carencia de emociones también contribuyó el árbitro Piero Maza, quien a los 53' dejó en la cancha al arquero Fernando de Paul, pese a que bajó a Santos en situación inminente de gol. Quizás con uno menos, algún susto habrían sufrido los azules. Eso, sin embargo, nunca se sabrá.
Ahora, el equipo de Guillermo Hoyos se medirá con San Luis en cuartos de final, en un examen que asoma mucho más exigente que la inexistente oposición que enfrentaron ante los audinos.