En Universidad de Chile se cansaron de Johnny Herrera. A esta altura, poco importan sus 10 títulos en la institución, que lo alzan como el futbolista más ganador en la historia del club.
La guerra está desatada. Este miércoles, luego de la reunión de directorio, Carlos Heller, presidente de Azul Azul, dejó en claro que el capitán, con sus cuestionamientos a la dupla técnica conformada por Castañeda y Musrri, superó todos los límites: "Los jugadores cabrones no nos gustan, vamos a parar de hablar tanto. Se acabó la buena onda. Acá mandan los directores, nadie más. Herrera puede ser el máximo referente, pero hay que respetar. Ningún referente es dueño del club, las vacas sagradas se acabaron", dijo, muy molesto, en conferencia de prensa.
Horas más tarde, cerca de la medianoche del miércoles, Herrera interrumpió sus vacaciones para responder mediante las redes sociales: "No soy ni vaca sagrada ni cabrón… sólo un futbolista que opina y se saca la cresta por su club y que jamás va a dejar de hacerlo con tal de que le vaya bien", lanzó. Pocos minutos pasaron para que el campeón de América recibiera el apoyo de los hinchas, que no dudan en cuadrarse con el capitán en esta cruzada que lo tiene enfrentado al máximo accionista del club.
En la dirigencia están molestos. Si bien ya lo manifestaron públicamente, se lo harán saber personalmente el próximo 28 de diciembre, cuando el capitán deba retornar a la pretemporada estudiantil. Heller se lo dirá cara a cara, pese a que en la concesionaria asumen que el histórico azul no tendrá una buena disposición: "Herrera tiene una personalidad bastante especial. Sabemos que será una conversación complicada", adelantan desde el CDA.
Ante tal panorama, en la U preparan cambios. Buscan limpiar un camarín que consideran se ha contaminado durante los últimos meses. Es por esto, que se abren derechamente a la opción de deshacerse del angolino. "En la U no existe ningún jugador blindado", dice una fuente del directorio. "Herrera es transferible. Si llega una oferta, lógicamente la analizaremos", agrega otro miembro de la mesa.
Lo cierto es que al portero le han llegado, en los últimos días, ofertas desde México y Argentina. Sin embargo, en sus planes no está previsto dejar el país. Su intención es estar cerca de su pareja y su familia. Ante tal panorama, la dirigencia no descarta la idea de enviarlo a préstamo. Everton, el club en el que consiguió el título de Apertura 2008, aparece como una de las alternativas: "Mi idea no es faltarle el respeto a los dos arqueros que están acá. Sin embargo, su llegada generaría un impacto muy fuerte en los hinchas de Everton. Sería buenísimo, porque acá lo quieren mucho. Es un jugador que siempre tendrá las puertas abiertas", dice Gustavo Dalsasso, asesor del equipo que conduce Pablo Vitamina Sánchez. Herrera, en una entrevista concedida a La Tercera, en febrero de 2016, se refería a la posibilidad de retornar al equipo costero. "De irme me iría a Viña, a jugar en Everton. O acá (la U). No me veo en otro lugar", comentó.
La única traba es su salario. El angolino, quien recibe cerca de $ 30 millones al mes, está muy lejos de los dineros que paga el equipo ruletero. "Existe interés, pero es complicado por el tema del sueldo. Habría que buscar alguna fórmula", dicen desde el club de la Quinta Región. En Azul Azul, en tanto, al ser consultados por La Tercera, aseguraron que "la prioridad es buscar un técnico. No existe una lista de los que se van o se quedan".
Herrera vive días duros en la U. De fructificar un préstamo, legalmente es el mismo jugador quien debe dar el visto bueno, pero el solo hecho de que se considere transferible al máximo referente del club habla de un quiebre muy profundo.