Este viernes, en el Centro Deportivo Azul, se comenzó a gestar la llegada de David Pizarro. Luego de una serie de evaluaciones médicas, en la que se incluyó un GPS durante una semana, que reveló el óptimo estado físico del porteño, se escuchó la petición de Guillermo Hoyos, técnico de Universidad de Chile: "Me encanta David Pizarro. Si me encanta, es porque lo quiero", dijo, en conferencia de prensa.

Ayer, en La Cisterna, se terminó de cerrar el contrato que unirá a Pek por 12 meses con la escuadra estudiantil. Ronald Fuentes, gerente deportivo, afinó detalles del futbolista que lleva seis meses inactivo. No recibirá un sueldo top. "Viene a retirarse a la U. Tenía muchas ganas de jugar este semestre. Hoyos sabe que lo tendrá que llevar con cuidado por el tema de las lesiones", dicen desde el Centro Deportivo Azul. La idea, en un principio, es evaluarlo semana a semana y no exigirlo pensando en las lesiones que lo han atormentado en la última etapa de su carrera.

Sin embargo, en La Cisterna asumen que, además de fichar a un jugador de calidad, que puede servir para entregar experiencia y calma a un camarín revolucionado durante las últimas temporadas, llega un volante con cartel de conflictivo. "Tendremos que saber cómo administrarlo", dice un director de la concesionaria. "Es un poco sindicalista, bien reclamón. Habrá que saber manejarlo", agrega otro miembro.

Desde Santiago Wanderers, incluso, no tienen buenos recuerdos del Fantasista. Renunció en junio de 2016, acusando malos manejos de la directiva. "Lo que me motivó a dejar Wanderers fue una seguidilla de decisiones de la Sociedad Anónima, partiendo por el caso del despido de Jorge Ormeño y los problemas que tuvo Gabriel Castellón para renovar su contrato", sostuvo el ex futbolista de Fiorentina.

En conversación con La Tercera, Miguel Bejide, vicepresidente de Santiago Wanderers, entrega detalles de la salida de Pek: "No entraré en polémicas. Personalmente, no conozco mucho a Pizarro, pero sí puedo decir que los jugadores, deben cumplir lo que determina su función. Los jugadores juegan en la cancha. Cada uno debe cumplir su rol y nada más. Yo como directivo no le doy instrucciones al cuerpo técnico", dice, desde Valparaíso. De paso, pide aclarar una situación particular: "Pizarro nunca pidió, de ninguna vía, retornar al club. De todas maneras, con el técnico ya teníamos diseñado el plantel, y David no estaba considerado".

Su llegada a La Cisterna lo convirtió en el futbolista de más edad en fichar en el club en sus casi 90 años de historia. Con 37, el nacido en Valparaíso superó la marca de Severino Vasconcelo, quien fichó en la institución laica con 35 años, en 1989.

Su rúbrica en el equipo estudiantil implicará una serie de cambios. Sebastián Martínez será enviado a préstamo, considerando el excesivo número de volantes con lo que cuenta Hoyos. Además, Franz Schultz le entregó el dorsal 8 a la nueva incorporación. El coreano pasará a utilizar la 14.

Lo cierto es que Pizarro vuelve a vestirse de azul. Ya lo hizo en 2001, cuando llegó al equipo laico con la misión de comandar al equipo que, en ese momento, lucía la chapa de bicampeón. Una serie de lesiones no le permiteron destacar, y sólo alcanzó a sumar ocho partidos.

En entrevista con el club, el nuevo 8 estudiantil entregó sus primeras sensaciones: "Una de las condiciones por las que llego a la U es por eso Guillermo Hoyos. Siempre para mí fue importante lo que piensa el técnico, más allá de lo que piensa el dirigente, que si te quiere traer o no". Además, reconoció que el club está en deuda por el bajo rendimiento exhibido durante las últimas temporadas. "Como institución, en la cancha, estamos en deuda. Creo y estoy consciente que con el grupo que hay podemos pelear el campeonato".

Los dirigentes esperan que su experiencia y edad sirva para dar calma a un camarín que no sabe de alegrías.