Guillermo Hoyos nunca expresa públicamente su malestar con una jugada en particular de sus dirigidos. Es más, muchas veces, se ha ganado la crítica, y hasta las burlas, por intentar buscarle el lado positivo a los errores que cometen sus pupilos. En su llegada, cuando el equipo no encontraba el rumbo, y se cuestionaba su capacidad, salía con una comparación redentora cada vez que la crítica se centraba en un jugador: a Gonzalo Jara con Piqué, a Matías Rodríguez con Dani Alves. El transandino jamás cambió su manejo de grupo y, así, logró controlar a un camarín que parecía ingobernable.

Pero su política suave tiene una cruz aparente que no desaparece: las expulsiones. Los jugadores reproducen sus rojas y las buenas palabras del jefe no parecen remedio. En Curicó, en el debut en el Transición, el DT volvió a sufrir con un problema que lo persiguió durante todo el primer semestre de 2017. Apenas transcurrían 15 minutos del duelo ante los torteros, Matías Rodríguez fue expulsado luego de darle un golpe, mientras caía, a Nelson Rebolledo.

El argentino, al retirarse, miró a Guillermo Hoyos y le hizo un gesto asumiendo, de alguna manera, su error. El campeón tuvo que alterar su libreto: "Mati es un jugador importante, es una situación que se presenta muy pronta en el partido. Tuvimos que mover a Rafa a ese sector y hace que se vaya adaptando de mayor a menor", dijo Hoyos, evitando juzgar ante los medios la irresponsable actitud del lateral derecho.

En la U intentan no dramatizar con la tarjeta roja: "Matías no quería que lo expulsaran. Se hablará con él, pero como con todos los jugadores. Él sabe que cometió un error", dicen desde el cuerpo técnico estudiantil.

En el primer semestre, Hoyos sufrió con la indisciplina de sus jugadores en el campo de juego. Jara fue expulsado en dos oportunidades, al igual que Espinoza. Lorenzetti lamentó su primera tarjeta roja desde que llegó al equipo estudiantil. El mal, según se vio en la primera fecha, sigue en este segundo semestre.

En Colo Colo, los dirigidos por Pablo Guede sufren una situación similar. A los 81' se retiró del campo de juego, por doble amonestación, Gabriel Suazo. Aunque, en realidad, la sacó barata. Cristián Andaur hizo la vista gorda con dos infracciones que merecían la expulsión. No mandó a la ducha a Jaime Valdés, quien le pegó una patada descalificadora por detrás a Pablo Corral, siendo que estaba a pocos metros de la jugada. Sólo lo amonestó con amarilla. Y dejó que Barroso, fuera de control, lo empujara. Sólo lo amonestó.