Costó, pero Universidad de Chile consiguió un triunfo por 2-1 que le permitió no resignar su lucha por el campeonato. Everton dio pelea y complicó al punto de que pudo conseguir al menos un punto, pero terminó sobrepasado y sigue complicado en el fondo de la tabla.
La necesidad era el factor común para los equipos que se enfrentaban en los pastos del estadio Santa Laura. La "U", por un lado, pendiente de no resignarse tempranamente por la pelea por el título perdiéndole pisada al grupo de avanzado, y los viñamarinos, por el otro, con la urgencia de escapar del fondo de la tabla tras un pobre inicio de torneo.
El apuro por los puntos efectivamente se hizo sentir, y se armó un ida y vuelta que era agradecido por los casi diez mil asistentes al recinto de Independencia. Pero lo que había en emociones, contrastaba con la poca calidad e imprecisiones en ambas escuadras, impidiendo las celebraciones. Los que sí respondían eran los porteros: Johnny Herrera y Gustavo Dalsasso derrocharon experiencia y aportaron con notables intervenciones al espectáculo.
Alex Von Schwedler tuvo la más clara en los primeros minutos. En los 10', el ex azul se encontró muy solo en el área para recibir un centro. Tan solo, que hasta él se vio sorprendido y Herrera atrapó sin inconvenientes. Volvería a ser determinante el seleccionado nacional en los achiques y en el descuelgue de centros que dieron seguridad al fondo azul, cuando la defensa dudaba.
En el otro lado, Dalsasso no se quedaba atrás. ¿La más notable? Un remate a quemarropa despejado en los 23' cuando Rubén Farfán se preparaba para festejar un gol que le servía para sumar puntos en la titularidad.
Pero con tantas llegadas que se generaban, uno de los dos metas no tardaría en fallar una. El ruletero tuvo menos suerte, y en una contra letal de la "U" en los 36', Gustavo Lorenzetti lo superó con un sutil sombrero a su salida. Isaac Díaz solo tuvo que empujar con el pecho para decretar la apertura de la cuenta a favor del local.
En la segunda etapa, los dirigidos de Cristián Romero se mostraron con mayor confianza en su juego, y administraron la ventaja con sobriedad. Ramón Fernández fue uno de los que más destacó, y generó peligro por todo el frente de ataque, aunque la zaga viñamarina siempre alcanzó a impedir que sus remates dieran con el arco. Probó en los 54', 59 y 70', pero fue reemplazado por Sebastián Martínez a quince del final, sin poder celebrar su gol.
Sin embargo, la distancia en el marcador aún era demasiado corta y peligrosa para el conjunto local. Y efectivamente, ante la mínima desconcentración del fondo azul, Carlos Retamales apareció en los 77' con mucho espacio para despachar un remate pegado al palo que fue imposible al correcto Herrera. La sorpresa se instalaba en Independencia, y parecía que se debía seguir esperando por la celebración de los universitarios frente a Everton, que ya tardaba cuatro años.
Comenzaba el sufrimiento, y la "U" se volcaba en ataque con desorden y sin ideas claras. El enredo solo lo pudo resolver Patricio Rubio cuando quedaban cuatro minutos para el final del partido. Al ex Unión Española no le importó la altura de los zagueros que lo entorpecían y ganó por alto para finalizar una jugada de Rodrigo Mora y decretar el 2-1 que finalmente se sellaría en el marcador.
Con el resultado, la "U" llegó a las doce unidades y se ubica por detrás de Deportes Iquique en la sexta posición. En el otro extremo, Everton no se mueve del fondo con solo cuatro unidades.