Hasta que llegó el día en que Universidad de Chile tuvo una actuación reivindicatoria este semestre. Antes escaso público, cosa llamativa entre dos protagonistas locales de la Copa Libertadores, los azules ganaron por 3-1 a un Palestino que presentó escasa resistencia al despliegue universitario, en un duelo marcado por el retorno a las canchas de Waldo Ponce, tras 6 meses y 24 días.
El rebelde Palestino de Pablo Guede tuvo una jornada irregular. Los primeros cinco minutos, presentó dura batalla en mediocampo, mientras la U se veía algo desacomodada. Pero tras ese breve periodo de adapatación, los laicos se hicieron de las riendas del juego e impusieron su ritmo a partir de una inspirada actuación del uruguayo Guzmán Pereira, quien tuvo su partido más brillante desde que juega con la camiseta azul, a tal punto que en una buena jugada individual, a las 12 minutos, puso la apertura de la cuenta, tras recorrer largos metros mientras los defensores árabes hacían marcaban al charrúa con la mirada.
De ahí en más, los hombres dirigidos por Martín Lasarte pudieron estirar las cifras. Darío Melo lo impidió. Aunque también ayuda la carencia de gol de Sebastián Ubilla. El día que el Conejo afine la definición, puede ser el delantero temible que esbozaba ser cuando explotó en Santiago Wanderers. Pero con la camiseta de su actual equipo, no hay forma de que emboque los mano a mano que su velocidad le genera. Si hubiese concretado el par de opciones que tuvo en cada mitad, el marcador pudo ser más abultado.
La única posibilidad de peligro para los tricolores, que hacían de locales en Santa Laura, fue un remate de distancia de Jason Silva, bien contenido por Johnny Herrera, tras un arranque por derecha de Marcos Riquelme, despejado parcialmente por un omnipresente Pereira.
Antes del descanso, en el sexto minuto de descuento, la U se sintió más cerca del triunfo.
Contragolpe generado tras un despeje largo de Ponce, que pivoteó Gustavo Canales para un opaquísimo Maxi Rodríguez, que el zurdo aprovechó para habilitar a un Canales que entraba solo por la medialuna del área. Carvajal lo baja, generando un tiro libre que el propio centrodelantero cambió por gol, colgando el balón en el ángulo izquierdo de Melo. Fue perfecta la ejecución del cuestionado goleador, quien no celebró, exhibiendo su molestia con las críticas.
Tras el descanso, de nuevo, Palestino mostró entusiasmo. Un cambio volvió desde camarines, pero otros dos los hizo Guede cuando iban apenas ocho minutos de juego del complemento. Y, si los árabes mostraban cierto repunte, esas dos sustituciones amainaron ese ímpetu, que demoró en volver en las huestes locales.
Las esperanzas tricolores terminaron por desvanecerse cuando, a los 64', Canales puso su segundo tanto. Farías da un mal pase hacia atrás, que cae en los pies del ariete azul, quien desde 30 metros, y aprovechando el adelantamiento de Melo, pone el tercero en el mercador estudiantil.
El descuento, a los 73', con un remate frontal desde fuera del área ejecutado por el ingresado cantillana, no hizo más que premiar las ganas de Palestino, un equipo que es fiel a su propuesta propositiva, pero que en ella no siempre encuentra un fondo, una justificación clara a tanta osadía.
La U, en tanto, se vio mejor. Poco, pero algo mejor. Tuvo la alegría del triunfo y, sobre todo, la del retorno de Ponce al césped, algo que no hacía desde hace 207 días, cuando defendió la camiseta azul por la Copa Chile. Por ahora, Lasarte y sus jugadores pueden celebrar, porque un domingo con un poco de paz nunca está de más.